Juan 8:32 ¨ y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.¨
Alabado padre, este tipo de materiales basados en la palabra bíblica contribuyen a encaminar al prójimo hacia los resultados de bendición, pero debemos considerar que el clamor u oración íntima de cada uno de nosotros hace mover tu mano en forma favorable. Te pedimos que este devocional sea útil a los fines evangelizadores para el perfeccionamiento de tu obra en este mundo de constante exposición al pecado. Líbranos de él y tráenos bendición.
Amados, tengamos la certeza de que este día será extraordinario y lleno de victorias cuando como siempre comenzamos caminando de la mano de nuestro padre amado, a quien encomendamos nuestros planes, proyectos y deseos. De acuerdo al versículo de hoy, quien nos provee de la libertad es el conocimiento de la palabra de Dios, no algún líder religioso o iglesias que proponen doctrinas alteradas que conducen al abismo del pecado, lamentablemente muchos son lideres viciados o falsos que pretenden llenarse los bolsillos descarriando al pueblo de Dios, mas el creyente sabio se inclinara hacia la sana doctrina indicada en la palabra bíblica y el ejemplo dado por Jesucristo, asi pues el constante reto que es planteado es el de distinguir al predicador de la verdad o al que predica mentiras, estando atentos a los preceptos bíblicos podremos distinguir a esta clase de predicadores y solo obedecer a la verdad de Dios. Tengamos presente que el evangelio no puede ser vendido, el favor de Dios no puede ser comprado con recursos materiales, y que solo la fe genuina mueve la mano de nuestro padre para favorecernos.
OREMOS:
Padre amoroso, lamentablemente en los propios caminos del evangelio se esta proponiendo una trampa que hace caer al pueblo desesperado y angustiado en el aporte de bienes materiales por imposición de ciertos falsos líderes religiosos, para alcanzar un supuesto favor celestial que termina siendo una desgracia que los hace hundirse más en el abismo del pecado, haznos conscientes de que existe esta desviación y líbranos de ella para poder seguir siendo conducidos por el espíritu santo en el camino de la salvación. Así pedimos, en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.