Romanos 14:10 ¨ Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.¨
Padre nuestro, que tu gracia y tu paz nos alcance en todo momento, agradecidos estamos por este maravilloso día, la oportunidad especial de compartir tu palabra bendita siempre es valorada por nosotros, deseamos agradarte mediante alabanzas considerando este texto como símbolo para tu glorificación, instrumento con el cual se pretende contribuir a la evangelización de tu pueblo.
Amados, el evangelio es práctico, pues su desarrollo implica ejercitar el amor al prójimo mediante diversas muestras que busquen el bienestar común, comprendiendo que esta actitud es la que Dios desea que apliquemos en nuestro diario proceder. El versículo de hoy, nos indica que Dios no nos faculto para juzgar a otras personas, pero aun asi existen algunos cristianos con cierto tiempo en el camino de la fe que tienden a juzgar y hasta condenar de cualquier manera, esta actitud pareciera que empaña el brillo del cristiano, ciertamente la sociedad está basada en normas, las cuales sirven para regular la conducta, que además conforman un sistema jurídico en el cual existen personas cuya labor es aplicar la norma y la sanción derivada de su incumplimiento, igualmente respecto a un hecho podemos tener nuestro criterio o juicio de valor, pero una cosa es fijar posición personal y otra es juzgar o condenar al prójimo, esto ultimo debemos evitarlo porque nuestro papel es amar, perdonar, mejorar, ayudar, contribuir a sanar un mundo de constante exposición al pecado. Entonces dejemos el juzgamiento con Dios, pues todos nos presentaremos ante el juicio final y recibiremos la absolución o la condena según el comportamiento que hayamos tenido.
OREMOS:
Padre adorado, tú conoces todo sobre nosotros, perdona nuestros pecados y ofensas, calma aquellas pasiones que nos alteran, permítenos orar continuamente actuando según tus mandatos, para recibir todo aquello que nos prometes y esperamos, ayúdanos a alabarte más, a glorificarte de una mejor manera y que podamos percibir tu amor. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen