Los estados de intranquilidad, se originan a partir de posibilidades amenaza de peligro, sin embargo, las preocupaciones en lugar de resolver solo dañan al ser humano, siendo una carga innecesaria que lo hace emprender acciones inadecuadas, es recomendable ante un momento de angustia, detenerse a recuperar la calma, y en el estado de tranquilidad poder tomar la decisión adecuada. Ahora, si siguiéramos los mandatos bíblicos invariablemente jamas estaríamos en estado de angustia. Al respecto, se establece en el libro Proverbios, versículo 12:25 ¨La congoja en el corazón del hombre lo abate; Mas la buena palabra lo alegra.¨ según lo cual, naturalmente las preocupaciones dañan integralmente al hombre, refiriéndose al ser humano en general, pero que la palabra de esperanza, cargada de deseos de bondad lo alegra, de lo cual se deduce que si estamos alterados emocionalmente, tomemos la biblia que es la mayor fuente de palabras positivas y meditemos nuestra decisión o consultemos los caminos a tomar para solucionar, en ella. Del mismo modo, expone el libro Filipenses 4:6 ¨Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.¨ asi pues, necesitamos entregar a Dios nuestras preocupaciones y requerimientos, orar y agradecer por todo lo que ocurre, pues él nos responderá si tenemos fe.
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