De acuerdo a la respuesta fisiológica del ser humano las acciones provienen de los pensamientos, facultad de cada uno de nosotros es retener o dejar ir cualquier tipo de pensamiento, todo hijo de Dios tiene el objetivo de agradar al padre, obteniendo una vida en santidad, con objeto de adquirir las dadivas que nos corresponden. En este sentido, para actuar con concordancia a nuestro fin, tenemos que tener especial observancia con los pensamientos que decidimos retener, que ellos sean relacionados a los fines de bondad, puesto a que de las elecciones en este ámbito, resultaran las acciones que realicemos, veámoslo así, ¨la manzana podrida, pudre a las demás¨, y relacionémoslo con un pensamiento destructivo, dañino que va a terminar generando consecuencias desastrosas. Entonces, mis queridos ustedes tienen el control sobre sus pensamientos, los cuales deben seleccionarse razonadamente, pero solo elijan aquellos que los hacen acercarse a Dios.
¿Qué puede aportar en este aspecto?