24/08/2017
Ser cauteloso en sus relaciones es una característica de la persona sabia, cuando nos alejamos de ciertas personas que nos influencian mal y nos acercamos a otras que nos influencian por el recto camino de justicia y bondad, lo hacemos porque nosotros nos amamos e igualmente respetamos la postura de otros, aunque no estemos de acuerdo con sus procederes, nos apartamos a fin de dejarlos que individualmente asuman las consecuencias de sus actos. En este punto, conviene atender a lo expuesto en el versículo siguiente:
Proverbios 12:26 ¨ El justo sirve de guía a su prójimo; Mas el camino de los impíos les hace errar.¨
De acuerdo a lo estipulado en el versículo que antecede, existen dos posturas que cada quien debe adoptar libremente, existe el que actúa de manera errada, esa persona permanece perdida desconociendo los beneficios que trae la aplicación de una obra obediente a los mandatos de Dios, por eso siempre está lleno de angustias, problemas y calamidades, respondiendo de forma inadecuada a las situaciones variopintas de la vida. Mientras existe otra postura apartada de manera total de la necedad y completamente ajustada a la sabiduría que es la que se observa en la persona que actúa inspirado en los mandatos de Dios, que tiene extremo cuidado con las personas con las cuales se relaciona puesto a que el enemigo usa influencias extrañas para quebrar la obra de Dios y apartar a los fieles del camino adecuado. En ese sentido, oremos a Dios para que nos permita observar más allá de la simple cara bonita y que nos permita según las intenciones acercarnos a personas que enriquezcan nuestra obra en el camino de bondad previsto por el padre, y primeramente recorrido por Jesús, como lo es la predicación del evangelio verdadero a través de la obra apropiada que lleva buen ejemplo al prójimo y los acerca a la gracia del padre.
INTERACTUEMOS:
Como bien nos orienta la palabra contenida en HEBREOS 13:16, en la cual se resume que: si hacemos el bien, compartimos y mutuamente nos ayudamos estaremos agradando a Dios en gran medida, además de COMPARTIR esta palabra con la que Dios nos bendice en esta oportunidad, intercambiemos en los comentarios sobre lo siguiente:
¿De qué manera le ha tocado el alma este material en su vida personal?
