27 de Noviembre: Todos oirán su voz

Juan 5:28-29 “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.“

 

Amados, que la Paz de Dios sea con todos. Seamos bendecidos hoy. Cuando realizamos una obra para beneficiar al prójimo necesitado, agradamos al Padre Celestial, y, estas acciones son como servirle a él. En su palabra es anunciado, que: Dios ama al dador alegre, y, que por es razón quien da en abundancia, conforme a sus posibilidades, de esa misma manera recibirá. El acto de dar, genera un hermoso sentimiento en aquel que provee el recurso, ya sea: espiritual, financiero, o, de cualquier naturaleza. Lo interesante, es que el dar, nos califica al final, como seguros receptores de bendición. Ahora mismo, estudiemos, reflexionemos, y, compartamos este recurso espiritual, esta palabra de esperanza, contenida en este material, y, con este acto califiquémonos como seguros receptores de bendición.

 

 

Actualmente, todos alguna vez, nos hemos preguntado ¿Hacia dónde iremos después de la muerte?. Todos sabemos que al cementerio físicamente, o, quizá nuestros cuerpos sean crenados, acá hablamos de lo que sucede con el cuerpo físico, pero ¿El espíritu?. Existen muchas teorías aceptadas últimamente en la sociedad, los ateos y gnósticos, consideran que ese es el punto donde todo acaba, donde se encuentra el fin de la existencia, los budistas creen en la reencarnación, el cristianismo a su vez, cree en la vida después de la muerte, todavía las denominaciones cristianas, presentan algunas divergencias sobre este temas, pero al final: ¿De qué habla la biblia?. Este texto que encabeza el material, indica que, Jesús profirió, esas palabras a los judíos, especialmente a los líderes religiosos,  que estaban confundidos en relación a su identidad, y, su autoridad, con claridad, y, convicción Jesús habla sobre ese tema, porque viene la hora en la que todos los que se encuentran en las tumbas, o sea, todos los que están muertos, oirán la voz de él, y, saldrán, su frase no deja duda, de que todos los que murieron, un día oirán la voz de Dios, pero ¿Quiénes son esos todos que oirán la voz del Salvador?, ¿Serán los justos, los salvos, o, los perdidos?, el discurso de Jesús responde a esa duda, diciendo que los que hubieren hecho bien, resucitan para la vida, y, los que hubieren hecho mal, para la resurrección del juicio, eso envuelve a todos, sean justos o impíos, en estos versos, Jesús plantea dos tipos de resurrección, o, dos resurrecciones, una para la vida, y, otra para el juicio, la condenación, siendo así, las palabras de Jesús presentan, una fundamental verdad, sobre lo que ocurre con las personas después de la muerte, ellas aguardan el juicio de Dios, esa es la gran verdad bíblica, los muertos continúan muertos, sean justos o impíos, hasta el día del juicio, ellos no están en el cielo, ni en el infierno, también no están reencarnando, ni vagueando por allí, como almas en pena,  conocer la verdad sobre la muerte, y, la resurrección es libertador, Dios nos revela, que recompensara a cada uno, de sus hijos conforme a sus actos, eso cuando Jesús vuelva, al estar sobre las alas de la Gracia de Cristo, purificados de nuestros pecados, nosotros tenemos la certeza, de que si nosotros nos morimos antes de su segunda venida, podremos oír su voz despertándonos para la vida eterna, que esa bendita e esperanza, siga cada día mas viva y real,  en nuestros corazones. Establecen las palabras de Pablo, lo siguiente, en 2 Timoteo 4:7-8¨He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida.¨, Pablo sabía que estaba cercano el tiempo de su muerte, pero él no temía, porque el sabia que la corona de la justicia, le estaba guardada, y, Pablo dice que el Señor se la dará a todos los que aman su venida, en el día glorioso de la segunda venida de Cristo, todos los que murieron confiando en Cristo, serán resucitados para la vida eterna, ojala que ese sea nuestro destino.

 

 

 

OREMOS:

Padre Amado, queremos colocarnos enteramente en tus manos, y, pedirte que nos ayudes a comprender tu palabra, condúcenos para brindar el buen ejemplo, y, llevar a mas almas a tus caminos. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen

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