Salmos 23:1 “Jehová es mi pastor; nada me faltará. “
Amados, que la Paz de Dios sea con todos. Conduzcamos a las personas hacia la puerta de la Salvación, donde es preciso perseverar, con calma, y, obediencia, para conseguir grandes bendiciones, al haber seguido a Jesús. Nuestro Salvador, con su sacrificio, nos reconcilió, con el Padre Celestial, hoy nosotros tenemos la potestad, de seguir el camino correcto, o, el otro camino. Sin embargo, vale la pena, seguir el camino correcto, para contar con el favor de Dios, pues nos será útil, eternamente. Obedezcamos la voluntad divina, y, compartamos este material.
El Salmo 23 contempla el Salmo del Pastor, que no enseña que en los momentos de Crisis, nosotros podemos intensificar mas nuestra relación con nuestro buen pastor, todo depende de nuestra actitud cuando pasamos por la adversidad. Un profesor de lengua hebrea, decía que la mejor traducción para este versículo, es: ¨El Señor es mi pastor, y, el no me faltara, porque todo puede faltar, pero el Señor Jamás faltará¨, hemos repetido todo el tiempo una verdad, que es: ¨Quien tiene a Jesús lo tiene todo, incluso, no teniendo nada, pero, quien no tiene a Jesus, no tiene nada, incluso, teniéndolo todo¨, y, en la secuencia el Salmista nos habla al respecto de Dios el Creador, siempre en la tercera persona del singular, Salmos 23:2-4 ¨En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tú vara y tu cayado me infundirán aliento.¨, aquí podemos notar algo interesante, primeramente, David se refiere a Dios, como ¨El¨, tercera persona del singular, ahora David dice que: Después que pasa por el valle de la sombra de la muerte, el dice: porque tu estás conmigo, tu bordón y tu callado me consuelan. Notemos que en tiempos difíciles, el pronombre cambia, de el para tu. Ahora el habla con Dios, y, no acerca de Dios, y, en la secuencia, en Salmos 23:5-6, continua ¨ Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.¨. Después de la crisis, David está hablando con Dios, y, no sobre Dios, porque en la Crisis, el buen pastor, se convirtió en su amigo inseparable, y, la verdad, todo depende de la manera sobre como reaccionamos, cuando pasamos por las crisis, y, adversidades de la vida, algunos deciden abandonar a Dios, otros optan por buscarlo, mucho mas, algunos se molestan, y, otros se someten a Dios, algunos entran en desespero, y, otros en la crisis renuevan su confianza en el Señor, y, la carta termina indicando nuestro destino final, nuestro destino eterno, porque no existe fin para quien esta unido a quien es eterno, porque nuestro destino eterno es en la presencia del Señor, este será en la casa de Dios. Alabado sea el Señor. Que tengamos al Señor no apenas como el buen pastor de otros, sino que tengamos al Señor como nuestro buen pastor, que no solo hablemos de Dios, sino que hablemos con Dios, y, si las crisis vinieren, como ciertamente ellas vienen, que ellas contribuyan para fortalecer nuestra caminata con el buen pastor.
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OREMOS:
Padre Amado, es bueno saber que eres el buen pastor, y, jamás nos faltaras, porque eres fiel todo el tiempo, que tengamos esa inquebrantable confianza, para que todas las situaciones, sean fáciles, o, difíciles, contribuyan para que profundicemos, nuestra caminata con el buen pastor. Colabora con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen