15 de Noviembre: Ungido de Dios

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Amados, que la paz de Dios sea con todos. La razón por la cual Dios quiere que estemos progresando, y, de buen ánimo, es porque nuestro Padre Celestial, nos ama demasiado. Tanto, que cuando tenemos a Dios en la mente, y, el corazón, somos realmente felices, capacitados para brindar un buen ejemplo al prójimo, y, transitar por el camino a la Salvación, colocando a más almas en esos caminos. Hagamos el bien. Avancemos en la fe. Compartamos este material.

 

 

Aquí se hace una referencia a la manera como Jesús vivió, en verdad, Lucas el Apóstol es el autor del libro de Hechos, pero quien esta predicando es el apóstol Pedro, inclusive el esta predicando para personas que no eran de Israel, eran extranjeros, pero personas con el corazón abierto para Dios, entonces al predicar para esas personas, refiriéndose a Jesús, Pedro dijo estas palabras de que: ¨Dios urgió al Jesús, con el Espíritu Santo, y, con poder¨, en esta frase aquí, el Padre, el Hijo, y, el Espíritu Santo, son mencionados, juntos, Dios refiriéndose al Padre ungió a Jesús refiriéndose al hijo, con Espíritu Santo y con poder. La trinidad unida, la divinidad unida, en la persona de Cristo, para que Jesús pudiera cumplir su misión de forma efectiva, y, allí Pedro dice que ¨Jesús anduvo por todas partes, curando a todos los oprimidos del Diablo. Porque Dios estaba con el¨, esa es una gran evidencia de que somos personas ungidas por Dios, pues exactamente como ocurrió con Jesús, por todas las partes por las que andamos, nosotros hacemos el bien, la gran prueba de la presencia de Dios en nuestras vidas, es nuestra disposición de amar a todas las personas, en todo lugar, no tengamos dudas de que el amor, es el más grande argumento, en favor del evangelio, la gran prueba de que Dios es con nosotros, es la disposición de hacer el bien, que todos debemos tener en cada uno de nuestros actos, para así alabar a nuestro Padre Celestial. Para complementar esta idea, se establece en el versículo Juan 13:1 ¨ Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.¨, lo que nos indica que amar es servir, y, servir de buena manera es amar intensamente. Nuestro Dios, quien siempre nos favorece, nos ama de manera inimaginable, en tal sentido, retribuyamos ese amor.

 

 

 

OREMOS:

 

Padre Amado, ayúdanos a ser mejores siervos cada vez, a brindar un correcto ejemplo al prójimo, y, guiarlos a seguir el camino de la salvación, capacítanos para amar al prójimo mediante el servicio, permítenos servirle de corazón, y, de este modo practicar el amor al prójimo. Contribuye con nosotros siempre. Así te pedimos, y, clamamos a ti padre, en el nombre de Jesucristo, nuestro Señor.

 

Amén

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