06 de Noviembre: De todo corazón

2 Crónicas 25:1-2 “De veinticinco años era Amasías cuando comenzó a reinar, y veintinueve años reinó en Jerusalén; el nombre de su madre fue Joadán, de Jerusalén. Hizo él lo recto ante los ojos de Jehová, aunque no de perfecto corazón. “

 

Amados, que la Paz de Dios sea con todos. Felicidades por estar aquí reunidos, estas conductas nuestras están siendo evaluadas por Dios, y, quiere que sepamos que el se agrada con nuestra actividad de obediencia a sus mandatos. Nuestro Padre Celestial, quiere motivarnos a que hagamos todo lo necesario para brindar un buen ejemplo al prójimo, y, llevarlos hacia el camino de la salvación. Demos un primer paso, compartiendo este material.

 

 

El texto aquí nos está hablando de un rey, que ejerció su función en Jerusalén, mucho tiempo comenzó a reinar en su juventud, a los 25 años, y, en total reino 29 años en Jerusalén, cuando el texto nos relata que este gobernante, hizo lo que era correcto a los ojos del Señor, se refiere a que su relación con Dios, era buena, sin embargo, el rey no lo hacía con agrado. Así que, podemos decir que fue un rey humilde, que atendió las orientaciones de Dios, y, no las desprecio, en el caso de Amasias parecía que todo estaba bien, pero lo malo, era que no lo hacia con el corazón integro. El sirvió a Dios pero no lo hizo de todo corazón, es posible que haya sido aprobado por los hombres, por las personas, pero él fue reprobado por Dios, porque a Dios ve mas allá de lo que los ojos observan, Dios oye más de lo que las palabras dicen, el sabe mas de lo que nuestros actos revelan, Dios sabia que el Rey Amasias lo servía, pero no era con un corazón integro,  el estaba dividido entre servirlo, y, no servirlo, y, la pregunta inevitable es ¿Cómo hemos servido a Dios?. El salmo 86:11, establece:  ¨ Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que tema tu nombre.¨, el salmista le pide a Dios que lo ayude a tener un corazón integro, el deseo de Dios es que su pueblo sirva con integridad, el reino de Dios debe ser nuestra prioridad, y, a él debemos prestar lealtad, que Dios nos bendiga, que sirvamos al Señor, de todo corazón.

 

 

 

 

OREMOS:

Padre Amado, muchas veces en este mundo perdido quedamos perdidos entre obedecerte, o, desobedecerte, ayúdanos a cumplirte siempre, a brindar un buen ejemplo, y, agradarte en todo momento. Contribuye con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen

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