Job 29:12-13 ¨ Porque yo libraba al pobre que clamaba, Y al huérfano que carecía de ayudador. La bendición del que se iba a perder venía sobre mí, Y al corazón de la viuda yo daba alegría. ¨
Amados hermanos, que la Paz de Dios sea con todos. Gracias a nuestro Creador, podemos estar en este momento, en este lugar, alimentando nuestras almas, de la excelente palabra de Dios. Cumplamos siempre su voluntad, pensemos que si no la cumplimos, nos exponemos a sufrir innecesariamente como lo hizo Jonás. Vamos a difundir este material, intercambiando con amir este mensaje, para llevárselo a nuestro prójimo, a cambio de una sensación de alegría por haber cumplido la misión.
Es interesante que Job, en este texto, nos habla de su vida antes de pasar por un gran infortunio, por un gran sufrimiento, por un capítulo de su vida que hubiese preferido borrar, entonces, él comenta, sobre cómo era su vida antes de sufrir la gran pérdida, él vivía una experiencia práctica de solidaridad, de servicio desinteresado a los más necesitados, y, en consecuencia él era tremendamente respetado, Job era tremendamente respetado, así lo establecen varios capítulos en su libro de la Biblia, él era un ejemplo de cristianismo práctico, él vivía para amar y para servir, eso hacía que los demás lo respetaran mucho, Job amaba a las personas, quien ama respeta. Y, quien respeta es respetado. El respeto es algo que no se impone, el respeto se conquista, amar y servir a nuestros semejantes, es la verdadera prueba del Genuino cristianismo, mientras más próximo seamos de Jesús, más sensibles nosotros seremos necesidades de los demás, tendremos disposición para ayudarlos, sentiremos satisfacción al beneficiar a los otros, estos son los tipos de sentimientos que debe tener un cristiano genuino. Mientras más cercano de Cristo seamos, más vamos a querer imitar, su ejemplo maravilloso. Hay un texto bíblico hermoso, contenido de los versículos: Mateo 20:26-28. Dónde se establece lo siguiente: ¨ Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.¨, la idea aquí es que Cristo le dice a sus discípulos que para ser grande hay que servir a los otros. En ese sentido, la vida cristiana es una vida de servicio desinteresado a nuestros semejantes, Sabiendo esto debemos vivir de esta manera.
OREMOS:
Amado Padre, remueve de nosotros el natural egoísmo, y, llena nuestros corazones de altruismo, queremos continuar siendo bendecidos para bendecir, y, poder cumplir tu palabra tal como lo propones, ayúdanos a ser mejores siervos cada vez. Apóyanos siempre. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, por quien todo lo concedes.
Amén