05 de Octubre: Baja y sumérgete

2 Reyes 5:13-14 “Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio? Él entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio. “

 

Amados, que la Paz de Dios sea con todos. Esperando que todo esté bien, y, llenos de la bendición de Dios, comenzamos este momento de reflexión, donde nos alimentamos de la sagrada escritura para obtener una mejor visión del mundo, una claridad respecto a las acciones que precisamos intentar para ser merecedores de la vida eterna. Seamos constantes en el hábito del estudio y la práctica de la voluntad de Dios.  Difundamos este material.

 

 

El texto nos habla de Naamán, el comandante de un ejército, que era leproso, y, fue hasta Israel con la esperanza de ser curado, por el poder del Dios de Israel, recordemos que Naamán, se entero de la existencia de este sanador, por la recomendación de su sierva, ahora cuando el profeta Eliseo le dijo que debía sumergirse siete veces en el Rio Jordán, para ser curado, Naamán, desprecio la recomendación del profeta, no quiso saber, quedo indignado, decidió volver para casa, pero en ese momento sus oficiales se acercaron y le dijeron: ¨Mi padre, si el profeta, le hubiera pedido una cosa difícil, ¿Acaso no la harías?¨, es hermoso cuando personas de bien usadas por Dios, se acercan a nosotros, cuando estamos resistiendo a alguna orientación del Señor, muchas veces por nuestro orgullo, por nuestra vanidad, y, esas personas del bien se aproximan a nosotros, y, nos dicen así: ¨Vamos, continua estudiando, y, practicando la biblia, ahora no estás comprendiendo, pero después, en algún tiempo comprenderás mejor, y, sabremos que Dios quiere lo mejor para nosotros, por tanto, no desistamos, continuemos realizando prácticas cristianas, yendo a la iglesia, orando, avanzando, no paremos¨. Al final, Naamán, se sumergió 7 veces en el Jordán, la primera vez Naamán bajo, se sumergió, y, se levanto, donde progresivamente iba sanando de su enfermedad mortal, esa actividad repetida de sumergirse, y, levantarse la totalidad de las 7 veces, lo sano, le restituyo su salud, lo libero de la lepra. Teniendo en cuanta lo que aconteció con Naamán, nosotros sepamos que antes las adversidades debemos actuar, como Dios prevé, sin desistir, porque la salvación llegará, si procedemos como se debe. Avancemos, sin desistir, o, como lo contextualiza el texto bíblico, bajemos y sumerjámonos para obtener sanidad.

 

 

OREMOS:

Padre Amado, gracias por todo, encantadora enseñanza nos das hoy, instándonos a progresar, a persistir en la práctica de tu voluntad, ayúdanos, para poder agradarte, y, brindar un correcto ejemplo al prójimo. Contribuye con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen

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