25 de Septiembre: Padre e hijo

Lucas 15:11-13  “También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. “

 

Amados, que la Paz de Dios sea con todos. Siempre es un honor estar en este lugar, compartiendo la enseñanza bíblica, brindemos un buen ejemplo, y, hagamos el bien en todo momento, para reflejar el amor del Padre, y, llevar a más almas hacia los caminos de salvación. Diseminemos esta palabra, y, agrademos a nuestro Dios.

 

 

La anticipación de la herencia, en la cultura judaica, era una petición absurda, parecía un deseo de muerte para el padre, pero el padre atendió el pedido del hijo, y, le dio la parte que le correspondía de la herencia, y, el texto dice que unos días después, el hijo juntando todo lo que tenia, partió para una tierra distante, y, despilfarro sus bienes, viviendo de forma desenfrenada, porque fue en busca de la libertad que tanto deseaba, fue en búsqueda de la felicidad, que imaginaba encontrar, en esa tierra lejana, y, en esta vida desenfrenada, lo que más deseamos, muchas veces nos destruye, y, este joven según el texto bíblico, después de gastar todo lo que tenia, hubo en el lugar donde estaba, una crisis tremenda, y, allí la libertad se convirtió en esclavitud, la alegría se hizo tristeza, para no morir de hambre el comenzó a cuidar de puercos, ese fue el único trabajo que consiguió, y, el comía de la propia comida de los puercos, porque tenía mucha hambre, hasta que un día el pensó en levantarse, y, volver a la casa de su padre, para pedirle a su padre que lo aceptara como un empleado, y, la Biblia dice, que este joven arreglo todo, y, fue a la casa de su padre, y, el todavía venia lejos cuando su Padre lo avisto, y, compadecido, lo abrazo, y, lo beso, el propósito de Cristo al contarnos esta historia, es decirnos, que: nosotros también abandonamos a nuestro padre, en busca de una supuesta libertad que jamás encontramos, en busca de una felicidad irreal, porque la verdadera libertad, la verdadera felicidad, la encontramos cuando estamos en comunión con nuestro Padre, cuando estamos en la casa de nuestro Padre, cuando vivimos conectados a Dios nuestro creador, pero nos apartamos de él, lo abandonamos ilusionados, con una supuesta libertad distante de Dios, pero que bueno, que: el hijo regreso, y, fue bien recibido, la parte más hermosa de esta parábola, es: cuando el padre lo observo a lo lejos, y, corrió a abrazarlo y a besarlo. Con eso Jesús nos dice que los brazos de Dios están abiertos, para recibir a todos los pecadores, que quieran regresar para casa, que quieran reconectarse, alabado sea el Señor. El amor de Dios por nosotros, es inmensurable.

 

 

OREMOS:

Padre Amado, aquí estamos, muchas veces hemos huido de ti, y, partido a una tierra distante, pero muchas veces nuestra supuesta libertad, se convierte en esclavitud, la alegría que buscamos se transforma en tristeza, porque el pecado es un gran engaño. Una gran trampa, ayúdanos Señor a ser como el hijo prodigo, quien regreso a casa, y, fue bendecido por el Padre. Contribuye con nosotros.  Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen

Dejar una contestacion