Salmos 56:8 ¨ Tú has tomado en cuenta mi vida errante; pon mis lágrimas en tu redoma; ¿acaso no están en tu libro?¨
Amados, la paz del Señor sea con todos. Amar al prójimo es un deber sagrado para los cristianos. Debemos estar dispuestos a ayudar, y, bendecir a aquellos que nos rodean, con las bendiciones que hemos recibido. A menudo vemos personas perdidas, pero: si les mostramos el camino de la salvación, estamos contribuyendo significativamente a su bienestar, y, prosperidad. Compartamos este mensaje, y, ayudemos a guiar más almas hacia el buen camino.
Hay personas a quienes les gusta guardar algunas cosas, que considera de valor, cosas buenas para recordar, en el pasado, hoy ni tanto, unas personas amaban guardar cartas, de familiares y amigos, otros guardan fotos, pero otros guardan lágrimas. El este texto bíblico, David describe el cuidado que Dios tiene con el ser humano que sufre, el afirma que el Señor guarda nuestras lagrimas en un odre o un vaso, pero que quiere decirnos eso, una colección de lágrimas, ¿Qué significan realmente esas palabras?, para comprender este verso, es necesario comprender: ¿En qué contexto David lo escribió? De acuerdo al subtitulo del Salmo, su composición fue resultado de la convivencia de David, con los filisteos, en Gate, la situación de David era critica, el estaba siendo perseguido por su propio rey, el Rey Saul, un hombre a quien David consideraba un Padre, el rey Saul nutrió contra David, el pastor de ovejas, un odio mortal, la envidia y los celos dominaron el corazón de Saul, y, el no podía aceptar que Dios lo había rechazado, y, que David podría ser el futuro rey, fue doloroso para David ser perseguido por alguien a quien estimaba tanto, si en casa el corría riesgo de su vida, fue a buscar abrigo entre los enemigos, al llegar David a Gate, y, abordado por el rey de los filisteos, el percibió que incluso allí el no estaba seguro, Dios no lo había mandado a buscar socorro entre el pueblo enemigo, si David antes hubiera consultado a Dios, el sabría qué Saul, no podría matarlo porque el Señor tenia un gran plan para su vida, todavía el pastor de las ovejas entendió por medio del dolor, que el rey de los reyes era el único que podría darle seguridad, cuando David presenta a Dios, recogiendo sus lágrimas, en un vaso, el ilustra el amor del Señor, en preocuparse con sus luchas, ninguna lagrima escurre de nuestros ojos sin que Dios perciba, y, cuide de nuestro dolor, Jesús conoce nuestros pasos, el sabe de las persecuciones que enfrentamos, el sabe que algunos de nosotros, ni con la familia encuentran abrigo, por tanto Dios quiere recordarnos que el es el abrazo que nosotros requerimos, el es el mejor hombro para derramar nuestras lágrimas, pues mientras el seca nuestro llanto, el planea nuestra nueva historia.
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OREMOS:
Amado Padre, las palabras del salmista nos confortan porque nos recuerdan y refuerzan el hecho de que siempre estas con nosotros, tus ojos están mirando siempre a aquellos que te aman, y, procuran cumplir tus propósitos, ayúdanos a permanecer en ti, para recibir tu protección y consuelo.. Contribuye con nosotros. Son las peticiones que hacemos, en nombre de Jesucristo.
Amen