18 de Agosto: Cuando el arroyo se seca

1 Reyes 17:7-9 ¨ Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra. Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo: Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente.¨

 

Amados, que la Paz del Señor sea con todos, y, que sus bendiciones recaigan sobre nuestras vidas. Hoy, Dios continua mostrándonos su amir, y, nis sigue orientando para tener una vida mejor, para que seamos el ejemplo que tanto necesita una humanidad, que se encuentra perdida en el pecado, pero que precisa despertar, y, tomar el camino de la salvación para llegar a obtener vida eterna. Compartamos este material con nuestro prójimo.

 

Hemos hablado del profeta Elías, quien estaba escondido lejos del rey Acab, que era un perverso rey, que solo quería matarlo, y, allí donde Elías estaba escondido era sustentado por Dios, quien mando a unas aves a cuidar de Elías, pero con el pasar de los días el escenario cambio, el arroyo cerca del lugar donde Elias estaba se seco, el arroyo se seco porque no llovía, Dios que tiene poder para sacar agua de las piedras, podía haber mantenido el arroyo fluyendo, pero no era conveniente, porque Elías no debía acostumbrarse a esa comodidad, el requería cumplir el desafía de ir a una ciudad pagana llamada Sarepta, que era una tierra del Rey Acab, donde insultar al dios Baal era lo mismo que firmar una sentencia de muerte, un arroyo seco, un viaje al territorio enemigo, ese era el panorama, pero el verdadero propósito de Dios al mandar a Elías a aquel lugar, no solo era dejar una lección, sino manifestar su poder como Dios verdadero, en ese territorio pagano. En Sarepta, en medio de los adoradores de Baal, había una viuda que temía al Señor, la viuda le daría alimento físico a Elias, y, el a su vez le daría un banquete espiritual, Elías fue la respuesta del cielo para el sufrimiento de la pobre mujer, ella estaba sufriendo con la escasez de alimentos, y, viendo a su hijo padecer de hambre, pero todo cambio con la llegada de un hombre de Dios, allí esta la razón de la sequia del arroyo, si el arroyo no se hubiera secado, Elías permanecería en el escondite, y, la viuda de Sarepta, jamás conocería de cerca al Dios de Israel, y, no habría recibido bendición. Cuando Dios cierra una fuente, es por un propósito mayor, muchos quedamos molestos y con rabia con Dios, cuando las puertas se cierran, al final el tiene poder para impedir los desafíos que la vida nos impone, pero Dios usa los desafíos como escalones para alcanzar cosas mayores, cuando el arroyo se nos seque, confiemos en Dios, por mas difícil que sea entender el Señor, esta en control de todo, existe un propósito para ese dolor, hay siempre un propósito superior de Dios, para ayudarnos, quwe Dios nos ayude a ver en cada desafío una oportunidad, a explotarla, y a bendecir a nuestro prójimo con nuestro actuar.

 

 

 

OREMOS:

 

Adorado Padre, gracias por todo lo que nos das, incluso por las pruebas y desafíos, porque ellos nos preparan para un objetivo mayor, permítenos ver las oportunidades dentro de la dificultad y el dolor. Ayúdanos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.

 

Amén.

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