16 de Agosto: Escapa por tu vida eterna

Génesis 39:12 “Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió. “

 

Amados, que la Paz de Dios sea con todos. Nos aproximamos a una vida de santidad gracias a la guía divina que se nos otorga. Sigamos sus mandatos con fidelidad para recibir sus bendiciones y poder bendecir a otros también. Comencemos este día con la Biblia en nuestras manos y Jesús en nuestros corazones, dispuestos a ofrecer un buen ejemplo al prójimo y compartir palabras de esperanza.

 

 

La historia de hoy, nos habla sobre un personaje, que salvo su vida corriendo. Este personaje fue José, quien fue asediado por la esposa de Potifar, y, José corrió tan rápido y decidido, que dejo parte de su ropa en las manos de ella, el esclavo hebreo que había, sido vendido por sus propios hermanos, ahora se encontraba en una nueva trampa, ser objeto de deseo de una mujer casada, notemos que Potifar, el marido de esa mujer, compro a José, y, estaba tan satisfecho con el trabajo de José, quien le servía como esclavo, que Potifar confió a José todo en su casa, menos su esposa,  la Biblia dice que José tenía una buena apariencia, siendo así José llamo la atención de la señora, José, era un tipo bonito, muy probablemente la mujer de Potifar, era una mujer hermosa, José podía haber aceptado la propuesta de la mujer, pero José prefirió correr, el prefirió huir de la trampa del Diablo, el prefirió ser fiel a Dios, Pablo escribiendo para Timoteo, que era un joven pastor, y, predicador, aconseja así: ¨Huye de las pasiones de la juventud, sigue la justicia, la fe, el amor, y, la paz, con los que de corazón puro, invocan al Señor¨, esto se encuentra previsto en: 2 Timoteo 2:22. El consejo de Pablo es válido, para jóvenes y no tan jóvenes, debemos huir de nuestros deseos pecaminosos, de las atracciones para hacer aquello que es contrario a la voluntad de Dios, y, buscar como dice Pablo: ¨La justicia, la fe, el amor, y, la paz¨, existen momentos en los cuales debemos enfrentar los problemas de frente, pero cuando se trata de una tentación, de una prueba, el mejor ataque es la defensa, y, la defensa en ese caso, es escapar, correr para lejos del peligro, si nosotros debemos reconocer nuestra vulnerabilidad, alejarnos del mal, y, mantenernos ocupados, haciendo el bien. Huir de la tentación no es cobardía, por el contrario, es un ejemplo de madurez espiritual. Recordemos la historia de Sansón, el decididamente se coloco en el terreno del enemigo, y, la regla divina dice que en el terreno del enemigo vamos siempre a perder.  No sigamos el ejemplo de Sansón, no abracemos al pecado, hagamos la voluntad de Dios, de verdad, nos ira excelente.

 

 

 

OREMOS:

Padre Amado, gracias por estas orientaciones, que hermoso ejemplo de integridad, nos da José, en su actuar con la esposa de Potifar, ayúdanos a apartarnos de la tentación, fortalécenos para salir de allí. Colabora con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen

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