11 de Julio: Dios oye y ve

2 Reyes 20:5 ¨ Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová.¨

 

Amados, que la Paz de Dios sea con todos. En este día sería oportuno recordaros de una lección que se halla presente en el propio sacrificio de Jesucristo en la cruz. Se trata de aprender a aceptar las circunstancias que nos rodean tal y como son, para mantener nuestra mente tranquila y clara, y poder así tomar la mejor decisión para alcanzar nuestros objetivos. La palabra de Dios contiene las claves para lograr esa bendición, por lo tanto, obedezcamos su voluntad en todo momento. Compartamos este mensaje con todos aquellos que necesiten escuchar estas palabras hoy, que curiosamente son todos los seres humanes, en todo lugar.

 

 

 

Dios te oye, y, Dios te ve, todo el tiempo está cuidando de ti. Estas palabras, son hermosas capsulas de motivación para todo momento del día. Dios no nos decepciona, más bien nos sorprende a cada instante. En cuanto a las palabras del versículo, Dios se las dijo al profeta Isaías, y, el debería dar ese recado de Dios al rey Ezequías, con las palabras precisas indicadas en el verso bíblico, la cuestión es que el rey Ezequías había contraído una enfermedad gravísima. El profeta Isaías fue al palacio a visitarlo, y, el mensaje de Isaías, no fue bueno para Ezequías, el profeta Isaías le dijo al rey ¨Pon en orden tu casa, porque vas a morir no vas a escapar¨, en eso Ezequías lloro mucho, quedo inflicto, angustiado, y, oro a Dios diciendo ¨Señor, ten misericordia de mí, yo no quiero morir, Señor, todavía estoy joven, ayúdame, yo he sido tan fiel a ti¨, esta escrito aquí que el lloro amargamente, entonces el Señor tuvo compasión y dijo: ¨Isaías, regresa al palacio y dile estas palabras al rey Ezequías¨, estas palabras del versículo que encabeza el material, en eso Dios curo al rey, y, el vivió otros 15 años, la frase resaltante aquí es ¨oí su oración y vi sus lagrimas¨, Dios no promete cura y libramiento para sus hijos, el tiempo todo y en todas las circunstancias, mientras tanto el está siempre actuando para nuestra salvación, Dios siempre oye nuestras oraciones, y, siempre ve nuestras lagrimas, alabado sea el Señor. El no es indiferente al clamor de ninguno de sus hijos, no existe ninguna lagrima que pueda escapar de nuestros ojos, sin que Dios tenga conocimiento, y, si el conociera de que una lagrima sale de nuestros ojos, el tendrá la solución preparada para bendecirnos. En este mismo sentido, establece el salmo 56:8 ¨Mis huidas tú has contado; Pon mis lágrimas en tu redoma; ¿No están ellas en tu libro?¨, es como si el salmista, que es en este caso David, dijera: ¨Yo se que todo el tiempo mientras pase por aflicciones, tu estabas conmigo mi Dios, tu veías mis lagrimas, y, oías mis oraciones¨, la idea de que Dios contase cada paso de David durante su aflicción, es una forma de declarar el cuidado de Dios, durante sus aflicciones. Alabado sea el Señor. Estas mismas cosas que hizo con David, también Dios las hará con nosotros, el estará en la aflicción y preparara la bendición.

 

 

 

OREMOS:

 

Adorado Padre, gracias por este gran amor, ayúdanos a avanzar, para reflejar tu presencia en nuestras vidas, y, brindar un buen ejemplo al prójimo. Contribuye con nosotros Son, peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.

 

Amén.

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