Malaquías 3:6 ¨ Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.¨
Amados, que la Paz de Dios este con todos. Bendito sea el nombre de Dios, para siempre, porque él es bueno, y, su misericordia es infinita, es una felicidad estar reunidos una vez más, para seguir avanzando en el camino de la salvación, precisamos hacer todo correctamente, sin vacilar, hablando de eso debemos reconocer que somos personas que fallamos muchas veces, pero hay personas también que son orgullosas, al punto de no reconocer sus propios errores, personas que siempre están inhalando un falso aire de superioridad, la verdad es que todos somos fallos, porque somos humanos, erramos constantemente, esa es nuestra condición, somos pecadores, pero en contrapartida, nuestro Dios es perfecto, el no tiene errores, el nunca fallo, y, no falla, ni va a fallar. En el antiguo testamento, hay un libro escrito por el profeta Malaquias, y, en ese libro, realizamos el estudio de hoy.
Este texto bíblico, nos muestra que Dios no cambia, no se engaña, nada de eso, él no se atrasa, Dios es como un farol constante, en medio de las tempestades de la vida, él dice ¨Soy el Señor, y, no cambio¨, eso significa que cuando todo a nuestro alrededor parece incierto, Dios permanece firme, invariable, perfecto, su naturaleza amorosa, y, su fidelidad, permanecen, constante, estas palabras, continúan mencionándonos que los descendientes de Jacob, el pueblo de Israel en el pasado, que ellos no fueron destruidos por la misericordia de Dios, Dios los está recordando de que su constancia los protegió, para no ser derrotados, es como un padre que nunca desiste de sus hijos, no importa lo que pase, el sigue siendo fiel, así es Dios para con nosotros, muy fiel, siempre busca nuestro bienestar y trabaja para ello, esta es solo una de las razones por las cuales nosotros debemos ser obedientes a sus mandatos, porque las cosas que él ha establecido, las ha dictado para nuestro bienestar, para que mejoremos continuamente, brindemos el ejemplo apropiado al prójimo. Seamos obedientes como fue Jesús, el teniendo poder para cambiar su historia, e, impedir la crucifixión, y, todo ese sufrimiento, simplemente dijo: ¨Padre hágase tu voluntad¨, y, el obedeció, dándonos un buen ejemplo, luego tiempo después en la Cruz, Jesús quiso hacer un pequeño reclamo al mencionar que Dios lo había abandonado, pero no era eso, sino que el silencio de Dios, cuando Jesús estaba en la Cruz, ocurrió, porque era complejo de explicar todo el plan de salvación en muy poco tiempo, pero después todo se le contó a Jesús en el cielo. Estemos nosotros calmados, obedeciendo a nuestro Padre Celestial, todo va a salir bien, él sabe la razón para que ocurran las cosas, y, siempre ocurren para nuestro bienestar, Dios no hubiera permitido que a Job le hubiera sido quitado todo, si no supiere que Job seria fiel, y, esa fidelidad seria recompensada con el doble de lo que había perdido. Entonces, sigamos avanzando, preparémonos el las cosas de Dios, perseveremos, porque estamos próximos a recibir la bendición multiplicada, todo a causa de nuestra fidelidad.
Oremos:
Amado Padre, gracias por capacitarnos de manera extraordinaria, ayudanos a seguir avanzando de manera obediente a todos tus mandatos, queremos agradarte siempre y brindar el mejor ejemplo al prójimo, un testimonio de tu presencia en nuestras vidas. Así pedimos, en nombre de Jesús.
Amen.