02 de Agosto: En la casa del Padre

Salmos 122:1 ¨Me alegre cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor¨

 

Amados, siempre andemos con Dios, cumplamos su voluntad, y, vayamos hacia donde nos indique, porque Dios galardona a quien le es fiel, en la abundancia, y, en la escasez, pues, Dios tiene bendiciones ilimitadas para sus siervos obedientes. Atendiendo a este mandato, vamos a cumplir con lo previsto en Marcos 16:15, y, vayamos al mundo a predicar, pero en esta oportunidad practiquemos la evangelización de clic, distribuyendo este material a todo nuestro prójimo, conocidos, y, desconocidos, porque el amor de Dios, debe mostrarse.

 

 

David se contentó cuando lo llamaron y lo invitaron para la casa del Señor, la idea aquí es ir al templo, ir a adorar a Dios, la iglesia no es un fin en sí misma, es solo un medio, la salvación no está en la iglesia, la salvación está en        Jesucristo nuestro Señor, y, únicamente en el, pero fue el Señor Jesús, quien estableció su iglesia, Dios siente placer al ver a sus hijos reunidos, congregados, en un lazo de unión y hermandad, porque en esas reuniones nos ayudamos conjuntamente, nos reunimos para alabar, glorificar, estudiar, predicar, evangelizar, y con esa acción logramos ayúdanos en todos los sentidos, pero lo interesante, es que sepamos que la iglesia no es un fin, sino un medio, la salvación está en Jesús, pero ese mismo Dios que nos salva, se alegra de ver a sus hijos reunidos, en tal sentido, debemos ir nosotros a la iglesia, para dar el buen ejemplo, y, luego invitar a otros a la iglesia, porque es bastante bueno, que podamos recibir la ayuda de Dios, sentir su presencia, y, disfrutar de la compañía del prójimo, que nos necesita, como es necesaria una brújula, o, GPS, cuando se está perdido. Cuando brindamos ese ejemplo del buen hacer, logramos animar a las personas, a tomar las decisiones correctas, glorificamos a Dios por esa acción, y, nos proyectamos como mejores seres humanos. En tal sentido, la invitación es a ir a la iglesia siempre, y, cumplir la voluntad de Dios, con alegría y buen ánimo.

 

 

 

OREMOS

 

Amado Padre, llenos de entusiasmo venimos hoy a ti, agradecemos por las ayudas que nos has brindado, y, las demás bendiciones que seguirás otorgándonos,  despierta en nosotros ese deseo de acudir a glorificarte en la iglesia, pues, no lo hacemos con regularidad, por varios motivos, pero permite que esas cuestiones en la iglesia se diriman, y, podamos reunirnos para cumplir tu voluntad. Te pedimos que contribuyas con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.

 

Amen.

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