Mateo 8:11-12 ¨ Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. ¨
Amados, gracias por estar aquí, eso muestra nuestro compromiso con dar cumplimiento a la voluntad de Dios, ¡Que bueno! Continuemos avanzando en el camino de la Salvación, recordemos la historia de las doce vírgenes, mientras unas prudentes se prepararon, para la llegada del novio, otras distraídas, no lograron prepararse, y, perdieron su oportunidad de encontrarse de manera agradable con el novio, continuemos estudiando la palabra, pues ello aporta bonitas cosas a nuestras vidas. Compartamos este material, llevemos el mensaje de esperanza a nuestro prójimo, ese detalle es hermoso.
Cristo está aquí haciendo una fuerte advertencia, y, podemos entender el contexto, si revisamos los versos anteriores, desde el verso 5, la Biblia dice que cuando Jesús entro en la ciudad de Cafarnaúm, un centurión romano, líder de los romanos, el se aproxima a Dios, y, le dice: ¨Señor, yo tengo un sirviente en casa, que está enfermo¨, y, Jesús dice al centurión: ¨Yo entrare a tu casa a curarlo¨, y, el centurión dijo: ¨Señor, yo no soy digno de que entres a mi casa, pero estoy seguro de que si dices una palabra, mi siervo será curado¨, Jesús pensó que era linda la fe de este hombre, y Jesús continuo con su discurso, pero lo importante es que Jesús dijo la palabra, y, el sirviente sanó, de hecho, posteriormente, algunos vecinos del centurión, le comentaron, que habían visto que ya el sirviente estaba sano, y, el centurión sintió una gran alegría, ese sentimiento hermoso, fue resultado, de una fe genuina en Dios. Mantengamos la fe, porque ello es bueno, y, siempre nos favorecerá. Muchas personas suelen estar presentes en las congregaciones, escuchar sobre la palabra, como en aquel tiempo, pero con hipocresía, solo con el objetivo de que los vean en la practica religiosa, para que sean considerados como buenas personas, pero la verdad, es que luego sus acciones son contrarias a la voluntad de Dios, y ello entristece al Padre Celestial, Dios siente gusto por presenciar, que nosotros hacemos actividades que están en estricto cumplimiento de su voluntad, en ese sentido, primero precisamos tener fe, para que sean verdad las promesas de Dios en nuestras vidas, del mismo modo que aconteció con el centurión, y, reconocer que las disposiciones del Padre para nuestras vidas son las mejores, obedezcamos a sus mandatos, y, seguramente prosperaremos, y, recibiremos bendición.
OREMOS:
Amado Padre, gracias por estar con nosotros en todo momento, ayúdanos a seguir avanzando en el camino de la fe, colaborando para que podamos demostrarte nuestra fe en ti, con la practica de actos sinceros que estén en estricto cumplimiento de tu voluntad. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.