Salmos 103:1-2 ¨ Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.¨
Amados, felicidades porque estamos obrando como es debido, es necesario alimentarnos a diario de la palabra bíblica, porque cuando la abrimos, es como que si levantáramos el teléfono para oír la voz de Dios, y, atendiendo a esta instrucción, poder mejorar nuestras vidas, y, brindar un buen ejemplo a nuestro prójimo, para hacerlos llevar a los caminos de salvación. Difundamos esta palabra para cumplir este objetivo evangelizador.
En la vida van a existir buenos momentos, y, momentos de adversidad, sabiendo esto, no podemos desviar nunca nuestra mirada de Dios, porque en cualquier caso, él siempre nos permitirá sacar la mejor enseñanza de todas las cosas que ocurran, y, hacerlas trabajar en nuestro beneficio, para capacitarnos con ocasión a asumir nuevos retos, y, mejorar nuestras vidas. Los medios han afirmado que la memoria colectiva del ser humano es corta, las personas olvidan las cosas muy rápido, esta característica humana se remonta a tiempos antiguos, veamos por ejemplo el caso del Jefe de los coperos del faraón, que tuvo un sueño en la cárcel, y, José después de dar la interpretación correcta, le pidió al copero que se acordara de él para liberarlo de la injusta cárcel, pero el copero cuando fue restituido a su cargo, se olvidó de José y nada le comento al faraón, y, solo se acordó de José, después de dos años, cuando el propio faraón tuvo un sueño, y, quedo perturbado. Con el pueblo de Israel ocurrió algo semejante, ellos fueron liberados por el poder de Dios de la esclavitud del pecado, y, varios milagros fueron operados por el Señor, como el pasaje por el medio del mar rojo, y muchos más, pero la biblia dice, que mientras Moisés se tardaba en el monte Sinaí recibiendo las tablas, de la ley de Dios, y, otras instrucciones, Dios dijo así a Moisés, después de 40 días: ¨Baja pronto, porque tu pueblo se corrompió, y, rápido se desvió del camino que les fue ordenado¨. Esta es la más grande expresión de memoria corta, ellos se habían olvidado de las maravillas que Dios había operado en favor de ellos. A nosotros Dios también nos ha favorecido, pero ¿Nos hemos acordado?, ¿Hemos sido agradecidos con las cosas que Dios nos ha dado?, o, ¿Hemos sido ingratos, de memoria corta?, pensemos en esto a lo largo del día, y, recordemos las palabras del versículo que encabeza este material.
OREMOS:
Padre amado, perdónanos por nuestra ingratitud, muchas veces hemos sido ingratos, y nos hemos olvidado de tus bendiciones, quítanos esa tendencia a la ingratitud, y danos, un corazón agradecido. Peticiones que hacemos en nombre de Jesús.
Amen.