Génesis 17:1 ¨ Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día.¨
Que la Paz de Dios sea con todos, es un privilegio estar ahorita mismo estudiando y reflexionando en la palabra de Dios, puesto a que cada vez que abrimos la biblia, y atendemos a su contenido, es como que si estuviéramos escuchando la boca de Dios hablándonos, y, esta buena práctica, es recomendada para mantenernos llenos de buenos pensamientos, para controlar nuestras actitudes, y, hacerlas más semejantes, al ejemplo de obediencia que Jesús dio.
Esta historia de David nos da una lección especial, una lección viva, provocada por el dolor de un pecado no confesado, después de adulterar con Betsabé, y, luego de haber tramado la muerte de Urías, David se recuso a confesar su pecado, sin embargo, así dejara de barrer para debajo del tapete, las cosas no estaban bien, quizá trato convencerse de que el tiempo curaría todos los males, en su negación por asumir su pecado, David estaba luchando contra el mal, por su propia fuerza, no aliviaba el Espíritu, mas bien acabo con su salud, los engranajes de la vida estaban fuera de sincronía, su tranquilidad había quedado en el pasado, y sus perspectivas eran desagradables como la aridez del desierto, si estamos viviendo una realidad parecida a la de David, pidamos perdón, quizá hayamos lastimado a cualquier ser querido, o a alguna persona cualquiera, pero no dejemos para mañana la posibilidad de pedir perdón, no vivamos ningún día atacados por remordimientos. Porque eso daña nuestra salud, y, nos aleja de la necesidad de cumplir la voluntad de Dios. Vamos a reconciliarnos con quien hayamos herido. Dios va a bendecirnos.
OREMOS:
Padre de amor, permite que podamos disculparnos por nuestras fallas con cualquier persona que hayamos ofendido, libranos de todo remordimiento, o, daño a nuestra salud. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.