05 de Noviembre: Cabeza

Efesios 6:1-4 ¨ Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.¨

 

Amados, que Dios alcance nuestros corazones en este momento y que la buena obra que inició en nuestras vidas pueda ser completada. Bienvenidos en este día, a este hermoso lugar, donde como siempre estudiaremos uno o dos versículos de la Biblia, porque esta constituye, la carta de amor, inspirada por Dios para que sirviera de apoyo a la humanidad, del mismo modo que el cayado sirvió a Moisés ante su trayecto en el desierto, guiando al pueblo de Dios. Compartamos esta palabra con nuestro prójimo, y cumplamos con lo indicado en Marcos 16:15.

 

 

Aquí Pablo está dando consejos a Padres y a Hijos, comenzando por los hijos al decirles que, obedezcan a sus padres porque esto es justo, en otras palabras, todo aquello que nuestros padres nos orientan que este de acuerdo a la instrucción del Señor, nosotros  debemos hacer y obedecer, Pablo dice que esto es justo, y por eso dicta el mandamiento, el quinto mandamiento de la ley de Dios, honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, para que todo ocurra bien con nosotros y tengamos una larga vida en la tierra, Éxodo 20:12, es el versículo donde se encuentra este mandamiento. Es agradable pensar que debemos honrar a nuestros padres, y el nos bendecirá con larga vida sobre la tierra, es como que el Señor estuviera diciendo: ¨Quien honra a los padres, me honra a mi¨. Por otro lado, es verdad que quien deshonra a los padres, por lo tanto deshonra a Dios, esto es algo muy serio, y que pena que estamos viviendo en un tiempo, en el que sus hijos han deshonrado tremendamente a sus padres, y el consejo, a los Padres de no provocar a sus hijos, en la ira, pero sí que traten de criarlos en la disciplina y la amonestación del Señor, en otras palabras, es un llamado a ser equilibrados a la hora de criar a los hijos, el deber ser en ese sentido, según Pablo, es criarlos en la disciplina del Señor, en la corrección del Señor, no hay incompatibilidad alguna entre amar y disciplinar, cuidado con esas ideas modernas de que no se puede corregir, disciplinar y dar limites a nuestros hijos, eso es muy peligroso, por eso se insiste en que no hay incompatibilidad entre amar y disciplinar, es verdad que no todo aquel que disciplina ama, pero si es verdad que quien disciplina lo hace por el bien del otro. Y hacer el bien por el otro, es un símbolo de amor, así que los padres que no tienen amor por sus hijos, tampoco tienen autoridad para disciplinarlos, pueden tener autoridad legal, pero carecen de autoridad moral, y Pablo aun dice: ¨Crean en la disciplina y en la amonestación del Señor¨, esto quiere decir: que creamos en la instrucción del Señor, que instruyamos a nuestros hijos en base a esa guía, el Señor es nuestro profesor y nosotros somos los primeros profesores de nuestros hijos, nosotros transmitimos para nuestros hijos, aquello que recibimos, y aprendemos del Señor, esos hijos serán bien instruidos, bien educados, si procedemos según la instrucción del Señor, sigamos en todo las instrucciones del Señor y vivamos en paz.

 

 

OREMOS:

 

Padre de Amor, gracias por todo, gracias por manifestarte en nuestras vidas de manera extraordinaria, maravillosa y bendita, ayúdanos para poder seguir tu instrucción, condúcenos a hacer el bien, para así ser agradables a ti y merecer las dadivas que tienes para darnos. Ampáranos siempre. Son las peticiones que, en nombre de Jesucristo, tu hijo hacemos en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amén.

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