3 Juan 1:2 “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz día, todo es lindo hoy, lo más agradable es que podemos disfrutar de esta oportunidad maravillosa de buscar de la orientación y consejo amoroso de Dios, esto es bueno y por ser así. Precisamos compartir este material con nuestro prójimo, que está necesitado de una palabra de esperanza, y requieren conocer a Jesús nuestro salvador, así como nosotros lo conocemos y aceptamos como nuestro Salvador universal.
Juan, el discípulo amado, deseando salud plena, porque Dios se preocupa con el bienestar físico, mental, emocional, espiritual e integral de todo ser humano, de toda su creación, diariamente nosotros no percibimos la salud, pero percibimos de inmediato la falta de ella, cuando somos afectados por alguna infección o cualquier enfermedad, notamos la ausencia de la salud, en los últimos años eso quedo en evidencia cuando enfrentamos la pandemia del COVID, nuestra salud es un tesoro que debe ser cuidado y preservado, Dios nos proveyó de un cuerpo con resistencia impresionante, notemos el funcionamiento preciso de todos los órganos de nuestro cuerpo, el corazón, los pulmones, del hígado, el cerebro, los músculos, los nervios, y demás, pensemos ahora sobre la alimentación que ingerimos, muchas veces sin ver las consecuencias y males para que esa para que esa máquina impecable, creada por Dios, que es nuestro cuerpo, pueda funcionar bien. Imaginemos una vida sedentaria, donde nuestro cuerpo no se mueve y en consecuencia deja de producir las hormonas necesarias para nuestra mejor salud integral, un estudio de una universidad Japonesa, muestra que las personas dan aproximadamente, cinco mil pasos por día, pero lo ideal es que al menos andemos diez mil pasos al día, eso es más o menos una distancia de nueve kilómetros, si queremos cuidar nuestra salud, comencemos por una caminata pequeña, creemos hábitos que mejoren nuestra calidad de vida, Dios nos hizo perfectos, pero requerimos cuidar de nuestro cuerpo, para tener una vida plena y con nuestro ejemplo, bendecir la vida de otras personas, tener salud no es importante solo para tener una mejor calidad de vida, sino que viviremos más tiempo y tendremos longevidad, así Dios podrá usarnos más para su gloria, y para bendecir a otros. Tengamos presente que los ocho remedios naturales para mejorar nuestra salud, son: ejercicio físico, descanso, beber mucha agua, luz solar en momentos adecuados, aire puro, abstinencia de lo perjudicial, una alimentación saludable y confiar en Dios.
OREMOS:
Querido Padre, concédenos salud integral, para que tengamos una vida más larga y puedas usarnos para bendecir a otras personas, queremos hacer tu voluntad. Pedidos que hacemos en nombre de Jesús.
Amen