Proverbios 3:27 ¨ No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder para hacerlo. ¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz día, gracias a todos por estar dedicando un tiempo diariamente, al estudio de la palabra bíblica, esta práctica nos beneficia y bendice, para que podamos bendecir a nuestro prójimo, aportándoles un ejemplo de conducta correcta que manifieste que Dios está presente en nuestras vidas. Continuemos, también compartiendo este tipo de materiales para guiar a nuestros semejantes, a seguir el camino de la salvación. Apeguémonos a la luz divina.
Actualmente, las personas llegan a sentirse sobrecargadas emocionalmente, cansadas, agotadas, quizá desvaloradas o devaluadas, por una suma de factores, entre ellas pudiera estar la situación actual que viven, la mala toma de decisiones, o porque nunca reciben un gesto que demuestre que los toman en cuenta, y se encuentran precisando de una palabra que los haga sentirse reconfortados, alegres, esperanzados. Ellos necesitan escuchar de nuestras bocas que: ¨Dios los ama¨, o que ¨Dios los bendice¨, o que ¨tengan fe porque Dios tiene la última palabra siempre¨, o que ¨tengan calma porque Dios está en control de todo¨, o que ¨continuaremos orando por ellos¨. Nos corresponde a nosotros decirles estas cosas, porque hemos atendido al llamado de Dios, por ser hijos genuinos de Dios, debemos llevar a nuestro prójimo, esas palabra de salvación, un par de minutos en que dediquemos a esta actividad, puede producir cambios maravillosos, de allí la necesidad de que llevemos palabras de bien a las otras personas, adicionalmente esa práctica surte un efecto maravilloso en nosotros mismos. Ahora, como dar ese presente está en este instante en nuestras manos, otorguemos a todo el mundo esas palabras de bendición que mejorarán sus vidas. Este es un buen hábito, que nos hace semejantes a Jesús, en cuanto a la obediencia al mandato del Padre Celestial. En este punto sabiendo ya que podemos hacer el bien a otros predicándoles palabras de salvación, ¿vamos a hacerlo constantemente?. Quienes procedan así, estarán cumpliendo el mandato de amar al prójimo como a sí mismos.
OREMOS:
Padre Amado, contribuye con nosotros para que cada día, seamos más hábiles y diestros, para llevar a nuestro prójimo palabras de salvación, para bendecir sus vidas con palabras de bien, y para que podamos dar ejemplo de una conducta que manifieste tu presencia en nuestras vidas. Apóyanos cada día. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén