8. David oraba y esperaba

Salmos 5:3 De mañana escuchas mi voz; muy temprano te expongo mi caso, y quedo esperando tu respuesta.

La paz del Señor sea con ustedes. Abracemos esta paz y apliquémosla en nuestras vidas como una manera de adorar a Dios. La conducta del cristiano debe destacarse por el amor como principio de cada realización. Es un placer estar listos para iniciar con este estudio bíblico, ya en su sexta entrega donde hemos estado hablando de personajes bíblicos quienes tengan por costumbre orar temprano para buscar al Señor y crear una maravillosa comunión.

Salmos 5:3 ¨ Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré. ¨

 

El salmista David oraba regularmente, todas las mañanas, el hace esta mención porque orar por las mañanas es un buen hábito, cuando a solas con Dios podemos prepararnos para desempeñar los deberes diarios, y encarar luchas, problemas, adversidades, entre otras situaciones desconocidas, un momento en la mañana así sea corto, es mejor que varias horas cuando el día termina. Es buen hábito ofrecer los primeros momentos del día a Dios, el texto nos enseña que David presentaba su oración a Dios y quedaba esperando, sabiendo que esperar en el Señor es confiar en él, confiar que él es un padre amoroso que siempre hará lo mejor para sus hijos, por eso podemos confiar que él va a cuidar siempre de nosotros. Esperar no siempre es fácil, muchas veces somos impacientes y hasta intentamos resolver las cosas de nuestra manera, pero hay sabiduría en esperar en el Señor, como lo hacia el salmista. Nuestro pedido por muchas veces puede tomar mucho tiempo para ser atendido, pero si es lo mejor para nosotros el vendrá, en el tiempo de Dios. Por eso antes de salir para los deberes del día, invirtamos algún tiempo estudiando la biblia, en oración, en meditación y presentemos a Dios todo lo que ocurre en nuestras vidas, Dios está interesado en oírnos, además el desea ayudarnos en todo lo que permitamos. Alguien escribió alguna vez: » La Oración es la llave en manos de la fe, para abrir los graneros del cielo donde están almacenados los ilimitados recursos de la OMNIPOTENCIA», todo lo que requerimos Dios puede concederlo, pero él nos ama tanto que solo nos dará aquello que fuere para nuestro beneficio, en esta vida y la vida futura. David presentaba su oración cada mañana, siendo que este habito ayudaba al salmista a poner en orden su día.

 

OREMOS

Padre Amado, bendícenos hoy, donde te pedimos que escuches nuestras oraciones y nos permitas aguardar con fe por tu respuesta como David hacía. Contribuye con nosotros. Peticiones que en nombre de Jesucristo hacemos.

 

Amén

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