Efesios 6:14 » Así que manténganse firmes, revestidos de la verdad y protegidos por la rectitud.»
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas, que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios y el Espíritu Santo nos acompañen siempre. Feliz Día, somos afortunados de poder estar reunidos en este momento dispuestos a conocer la orientación de Dios para nosotros en este día. Operemos practicando el bien, y llevando a otros la esperanza contenida en las palabras de este material.
Vivir injusticias es una de las experiencias más dolorosas e incomodas que se pueden experimentar, la acusación degrada el carácter ante la sociedad, muchas veces la acusación es hecha para protegerse y mostrarse mejor de lo que realmente es el personaje que apunta o señala el error de otros, algunos individuos son influenciados por el odio, con el fin de herir y destruir porque ellos creen que de alguna manera fueron perjudicados, el acusado es tomado por penas al tener un carácter manchado, las circunstancias en las que el daño es tan grande, que no hay palabras que expliquen o defiendan, para tratar de redimir la vida del acusado y condenado injustamente. Continuar la vida después de una injusticia es difícil, pero saber que la gracia de Dios quiebra las barreras y nos fortalece para triunfar y seguir avanzando, eso nos motiva y consuela, porque ser acusado injustamente, hace pensar en Jesucristo, seguro fue tremendamente doloroso para el maestro, ser juzgado y maltratado, todo de manera injusta y cruel, así cuando nosotros no conseguimos revertir una injusticia que ha venido a nuestras vidas, cuando tenemos que amar a quienes nos acusan, cuando somos agobiados y oprimidos precisamos ir a los pies de Cristo e implorar, orar y suplicar por su misericordia, y creamos que encontramos consuelo exactamente en la experiencia de nuestro Señor y Salvador. Actualmente, podemos estar pasando por algún tipo de injusticia, entonces oremos al Señor, el fue acusado injustamente, sufrió hasta el último momento de vida, el conoce nuestro dolor y quiere tranquilizarnos en este momento, otorgarnos fortaleza para soportar, decirnos que: «Todo va a pasar y que cosas buenas están por venir». Otro texto bíblico que puede consolarnos es, Salmos 37:1-3. Como dice este texto, confiemos en el Señor y hagamos el bien siempre, así recibamos actos del mal y de la injusticia, seamos justos, paguemos a ese mal haciendo el bien, y manipularemos al ejecutante de ese acto del enemigo, causándole una vehementemente necesidad de reflexionar y modificar sus actuaciones respecto a nosotros y al prójimo en general. Vamos a prosperar cumpliendo la voluntad de Dios. Que Dios nos bendiga siempre.
OREMOS:
Dios querido, tú conoces que muchas veces somos agraviados, acusados y condenados injustamente, fortalécenos en esos momentos para soportar esas condiciones, para poder pagar con el bien a ese mal que nos han causado, con el objetivo de llevar a la reflexión a los actores del mal y hacerlos modificar sus conductas respecto a nosotros y al prójimo en general. Contribuye con nosotros. Peticiones que te hacemos, en nombre de Jesucristo.
Amén.