Lucas 6:45 “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, glorias, alabanzas y aleluyas para aquel que es y será nuestro bendito Dios, y porque el Señor es bueno es que estamos reunidos aquí. Sigamos compartiendo con nuestro prójimo estos materiales, pues estamos amenizando sus vidas y direccionándolos en el camino a la salvación.
Estas son palabras fuertes, que en principio nos quieren decir que las personas buenas, hacen el bien, mientras las malas hacen el mal, porque todo el mundo entrega, conforme a su manera de ser, aquellas cosas de las que tiene lleno el corazón. Este versículo, nos invita a mejorar la conducta y hacer cosas buenas, para que seamos tenidos como personas buenas. En otra palabras, cada quien revela lo que está dentro de sí, inclusive con sus propias expresiones orales, existe una nueva ciencia llamada neurocardiologia, que estudia la relación entre el cerebro y el corazón, esa relación es mucho más profunda de los que imaginamos, el cerebro crea el miedo y el corazón como un pistolero dispara, lo que determina nuestra conducta son los designios del corazón, los malos pensamientos sentimientos y demás están en un corazón descontrolado, carente del amor de Dios y de la obediencia debida a su voluntad. Sin duda el corazón e un tesoro, porque de su funcionamiento viene la vida, el problema es saber si nuestro corazón es bueno o malo, por naturaleza desde que el pecado entro nuestro corazón es malo. En el libro del profeta Jeremías, está escrito: ¨Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?¨. Es evidente que cuando hablamos de corazón nos referimos a la mente y a nuestro interior, pero Dios actúa en el corazón humano, en la mente humana contantemente, por eso existe la lucha interior entre el bien y el mal. En nuestro verso, Jesus dice que la boca habla de lo que esta lleno el corazón, entonces si nosotros no conocemos nuestros corazones, para conocerlos, es solo observar nuestros actos y palabras, evaluar lo que hablamos, somos buenos juzgando a otros pero juzgarnos a nosotros mismos es bien difícil, ¿Cómo están nuestros corazones?, ¿Llenos de egoísmo o al servicio del Espiritu Santo y nuestros semejantes?. Lo que va a revelar si nosotros somos buenos o malos, es aquello que hacemos y decimos, por eso Cristo se dispone a entrare en nuestro corazón, nuestra casa y nuestra mente. Recordemos palabras del maestro, en Apocalipsis 3:20 ¨ He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. ¨ Dios nos bendiga, y recordemos que es la presencia de Dios en nosotros lo que hace cambiar nuestro corazón. Nos transforma y nos confiere nuevos propósitos.
OREMOS:
Padre amado, sabes que hay mucho mal en nuestros corazones, ayúdanos para que seamos transformados, mejorados, y que todo ese mal que hay dentro de nuestros corazones sea sustituido por amor y por servicio a nuestro prójimo, queremos hacer lo mejor posible por ti y ser siervos agradables, realizando actos de bondad que den testimonio de tu presencia en nuestras vidas. Pedimos tu ayuda, en nombre de Jesucristo.
Amen.