Salmos 40:1-3 “Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. “ – “Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos “-“Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, continuemos marcando la diferencia, haciendo el bien para dar testimonio con nuestras conductas de la presencia de Dios en nuestras vidas. Las personas se darán cuenta y seguirán nuestro ejemplo de conducta, pero recordemos que precisamos evangelizar todo el tiempo, para que nuestro prójimo sienta el llamado.
Existen momentos en la vida en los cuales clamamos a Dios por un milagro, son situaciones en las cuales solo la intervención divina puede liberarnos, este texto del salmista David, muestra que cuando nosotros clamamos confiando en el Señor, él se inclina para oírnos y nos trae el socorro necesario, el libramiento siempre tiene un propósito, y no ocurre porque somos mejores o más bendecidos que los otros, cuando Dios interviene inclinándose para cuidar de nosotros, es porque el de alguna manera va a usarnos como instrumentos para que seamos bendición en la vida de otros, entonces, cuando Dios hace un libramiento maravilloso en nuestras vidas, es porque él tiene que utilizarnos como sus instrumentos para bendecir a otros por medio de nosotros. David tuvo una vida muy atribulada, mucho más que la nuestra, huyendo y siendo condenado a muerte, después el cometió pecado que lo afectaron, y en medio del sufrimiento él decía: ¨Mi socorro viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.¨ eso está escrito. Confiar en el Señor, al punto de que el se incline para darnos socorro, es el resultado de la presencia del Espíritu Santo en nuestros corazones, es cuando la naturaleza espiritual derrota al ¨YO¨, que representa la naturaleza pecaminosa y carnal, y un nuevo ser con el corazón transformado, coloca el amor a Dios encima, de todas las cosas, y así Dios nos bendice. Pidamos que nuestra confianza sea firmada sobre el Señor. Ocurra lo que ocurra, él es Dios, si él nos libra de una situación difícil, es porque él es Dios. Si él no nos libra de una situación adversa, el seguirá siendo Dios, pero tengamos presente que todo lo que Dios hace es para nuestro bien. Todo lo que Dios tiene preparado para nosotros es mejor que todo lo que hasta ahora hemos vivido. Confiemos en el Señor, pase lo que pase.
OREMOS:
Querido Padre, te alabamos Señor, por Jesucristo nuestro bendito salvador, y la certeza de que estas con nosotros siempre Señor, muchas veces nos has librado del mal y nosotros ni lo percibimos, pero Señor ayúdanos a tener una fe que independiente de tus respuestas, este centrada en ti, ocurra lo que ocurra. Petición que hay hacemos en nombre de Jesús.
Amen