Proverbios 1:28-29 ¨Entonces me llamarán, y no responderé; Me buscarán de mañana, y no me hallarán.¨-¨Por cuanto aborrecieron la sabiduría, Y no escogieron el temor de Jehová,¨
Cada día que nos otorgas el placer de escudriñar tu palabra, Dios Amado, entendemos tu amor, esa calma que nos proporcionas como una gran muestra del amor que nos otorgas, nosotros queremos continuar esparciendo tu palabra por todos los lugares del mundo mediante este recurso on-line, bendice nuestro aporte y otorga entendimiento para aquellos que disfrutan nuestros bendecidos textos, para que todas sus necesidades sean satisfechas, evidenciándose una lluvia de bendiciones en sus vidas.
Amados, aunque las misericordias de Dios se renueven cada mañana, en determinado momento son ineficaces porque escogimos apartarnos del padre, ya que aunque somos libres de elegir el camino a seguir, si insensatamente despreciamos a Dios, desperdiciamos la oportunidad de disfrutar de sus gracias. Realmente Dios nos ama y nos concederá siempre una nueva oportunidad, pero tenemos que reconocer que el mismo que ama es el que juzga y que si en nuestro trayecto hemos actúanos más veces mal, no vamos a ser acogidos en el reino celestial, por el hecho de haber despreciado la palabra bíblica. Ciertamente nuestro padre es compasivo y su amor incondicional, pero es necesario una conversión oportuna al seguimiento de su enseñanza, para prepararnos para el banquete celestial de bendiciones. Por tanto se hace necesaria la obediencia a los mandatos divinos como requisito para demostrar nuestra condición de hijos de Dios.
OREMOS:
Padre Amado, en ti confiamos siempre, sabemos que deseas lo mejor para nosotros, reconocemos que en contadas ocasiones nos desviamos de la conducta que nos estas enseñando, sabemos que eres tardo para la ira y severo en la corrección, vigila nuestras acciones, cuida nuestros actos para evitar desviarnos de tus caminos, colócate al frente y guíanos para poder ser merecedores de tu bendición. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen
