Éxodo 2:23-25 “ Aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre.” – “ Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.”- “ Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios.”
Amados, que el Señor nos bendiga y su paz este con todos. La primera cosa que debemos tener es paciencia, porque muchos pensamos que si una oración no es respondida de manera inmediata, de nada vale tener fe. Debemos tener confianza ciega en que las promesas del Señor se harán realidad en nuestras vidas, esta bien orar haciendo peticiones pero también es necesario orar por las bendiciones ya recibidas.
Seguro ya hemos pasado alguna circunstancia agobiante en la vida, seguramente sentimos que Dios nos abandonó, en el texto de hoy encontramos el relato de las agonías vividas por el pueblo de Dios en la antigüedad, mientras José o el Faraón que conocía estuviera vivo la vida del pueblo de Dios seria tranquila pero cuando murió el Faraón conocido la vida del pueblo de Dios fue difícil y padecieron mucho, el texto de hoy nos dice que Dios escucho el gemido de su pueblo, acordándose de ellos, Dios cumpliría su promesa a causa de la alianza que con ellos tenía, por tanto sepamos que Dios no nos ha olvidado, el no nos abandonó en la angustia o en la aflicción, nuestras lagrimas no están cayendo para abajo, si para arriba, nuestros clamores han llegado a los oídos del Señor, y él está atento a nosotros. Continuemos orando, continuemos orando, en el tiempo adecuado llegara el socorro del Señor
OREMOS:
Padre de amor, así como escuchaste el clamor de tu pueblo en el pasado, cuando ellos estaban en un momento difícil, escucha nuestros clamores, que este clamor llegue al cielo, que estas lagrimas caigan para arriba. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen