Daniel 6:18 “ Luego el rey se fue a su palacio, y se acostó ayuno; ni instrumentos de música fueron traídos delante de él, y se le fue el sueño.”
Amados, que el Señor nos bendiga y su paz este con todos. Siempre s motivo de gran alegría poder reunirnos para analizar la palabra de Dios, si este material ha bendecido la vida de cada uno, entonces ayudemos a bendecir la vida de otros, mediante el compartir de la palabra mediante las redes sociales, dando el buen ejemplo en nuestros actuares y otras maneras de ganar almas a los caminos de Cristo.
Falta de sueño o dificultad prolongada y anormal para adormecer, incapacidad de dormir adecuadamente y pérdida del apetito, con toda certeza por algún motivo ya habremos pasado por esas situaciones, en el pasaje de hoy observamos a nuestro personaje pasando exactamente por esa experiencia, estamos hablando del rey, aquí estamos hablando de que el había sido tentado a pronunciar un decreto para prohibir a las personas de su reino, la practica de todo acto de adoración por un periodo de treinta días, sabemos también que el mayor objetivo de este decreto era conspirar contra uno de los oficiales de mayor confianza del rey, este era Daniel. Entendiendo entonces la trampa que habían armado y no teniendo como revocar el decreto, el rey por causa de la tristeza que estaba sintiendo, pierde el sueño y decide como reconocimiento de su impotencia, ayunar en aquella noche, lo importante es que el ayuno del rey aquí no era a favor de el mismo, pero si en favor de otra persona. Surge entonces la pregunta: ¿Las veces que perdimos el sueño, fue por causa de nosotros mismos o de otra persona a la cual acabamos haciéndole algo errado?, ¿Nuestro ayuno es una forma de negociar con Dios o una declaración de nuestra total incompetencia para resolver las situaciones?. Al abrir la biblia, que podamos encontrar a Dios en ella, pero que también podamos identificarnos con los personajes y que el Espiritu Santo pueda venir y cambiar nuestras vidas, por eso si hicimos algo que perjudico a alguien, pidamos perdón a Dios, y podremos recibir perdón, porque eso es lo que Dios espera de todos nosotros.
OREMOS:
Padre de amor, gracias por esa lección de Daniel y de su fidelidad, asi estuviere delante de pruebas y gracias por hacernos saber también que asi cometamos errores, nosotros nos podemos arrepentir y tu eres rico en perdonar, por eso danos tu perdón. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen