Mateo 6:1-4 ¨ Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.¨ – ¨ Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.¨ – ¨ Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,¨ – ¨ para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.¨
Amados, que Dios alcance nuestros corazones en este momento y que la buena obra que inició en nuestras vidas pueda ser completada. Hoy somos dichosos de disponer de un tiempo para reflexionar sobre la sabia enseñanza dispuesta en la biblia, porque sus beneficios son variados y bastante importantes para mantener una vida en paz.
Siempre necesitamos saber que nos motiva a hacer las cosas, interés, esencia, convicción o reconocimiento, pudieran ser algunos de los motivos, pero en el texto de hoy encontramos una importante recomendación hecha por Jesús, referente a que cuando hagamos algo en favor de alguien, no lo hagamos para ser elogiados o reconocidos como buenas personas, no empecemos a tomarnos fotos y publicar en redes sociales para mostrar que las personas como nosotros somos generosos o justos, muy por el contrario, lo que tengamos que hacer hagámoslo en secreto, para que el Padre Celestial sea glorificado en nuestras acciones, pues al final a quien debemos glorificar con nuestras acciones es a él, por eso debemos parar y reflexionar, si el centro de nuestras acciones es Dios o somos nosotros mismos, teniendo en cuenta que la intención genuina de nuestros corazones es agradar a Dios, si llegamos a descubrir que nuestras acciones tienen como centro nosotros mismos, conversemos con Dios, y pidamos que nos ayude a vencer el egocentrismo, por tanto vamos a orar por esto en esta ocasión.
OREMOS:
Padre de Amor, ayúdanos a tener conciencia de que todo lo que hacemos, tiene que ser para gloria y honra de tu nombre, y no nos dejes caer en la tentación de querer para nosotros mismos, la gloria que a ti te pertenece. Contribuye con nosotros siempre. Son las peticiones que, en nombre de Jesucristo, tu hijo hacemos en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.