Juan 8:7 ¨ Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.¨
Amados, que la paz del Señor este con todos y seamos siempre bendecidos. Hoy se nos otorga el privilegio de tener una charla privada con Dios, conversemos con él, abramos la biblia y descubramos lo que tiene para decirnos meditando algún versículo bíblico que nos sea inspirado por el Espíritu Santo, compartamos el mensaje y formemos parte de la cadena de bendición.
En el versículo de hoy este libro de Juan, en la parte final del verso nos hace una indicación que nos lleva a la reflexión profunda, porque Jesús con sus palabras de la razón por la cual no debemos juzgar a nadie, hay un pensamiento que vale la pena resaltar que dice: ¨ Existen tantas cosas buenas en los peores de nosotros y tantas cosas malas en los mejores de nosotros, que no cabe a ninguno de nosotros juzgar a ninguno de nosotros ¨, asi que no debemos juzgar porque ese es un atributo de Dios, es lo mismo que nosotros quisiéramos perdonar los pecados que nuestros abuelos cometieron contra los vecinos de ellos, simplemente ello es algo que no nos corresponde y escapa de nuestras atribuciones, Dios puede hacerlo porque es atribución de él perdonar y también juzgar en el momento preciso, entonces vamos a quedarnos tranquilos haciendo lo que nos corresponde, quien quiso asumir el lugar de Dios fue Satanás, eso ocurrió hace mucho tiempo en el cielo, hoy nosotros no queremos asumir el lugar de Dios, entonces nosotros no juzgamos ni condenamos porque ese es un atributo de Dios, tengamos claro que no debemos juzgar para no ser juzgados, coloquemos eso en nuestros corazones para que cuando veamos a alguien fallando tengamos compasión, misericordia y no estemos apuntándolos con el dedo, no comentemos el pecado cometido porque el peor pecado es la divulgación del pecado, porque luego eso se propaga, por este motivo seamos verdaderos cristianos y sigamos las orientaciones de Jesús, ello nos hará felices.
Padre querido, gracias por tus orientaciones que nos permiten ser felices, ayúdanos a dejar de juzgar y condenar a nuestros semejantes, permítenos mejorar constantemente. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo por quien todo lo concedes.
Amen.