Juan 3:5 ¨ Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.¨
La paz de Dios sea con todos. Que agradable es volvernos a reunir para estudiar la palabra de Dios, que nos orienta y perfecciona para que podamos recibir bendiciones. Compartamos este material con nuestro prójimo de diversas maneras para dar el ejemplo correcto y que así muchas personas puedan conocer del hermoso camino a la salvación. Conseguiremos demostrar la bendición diaria del Espíritu Santo, llevando a personas a los caminos del Señor.
Ese dialogo que incluye al versículo, forma parte de una conversación que tuvo Jesús con un hombre que fue a buscarlo de noche, Juan dice que ese hombre se llamaba Nicodemo, y el era uno de los principales de los Judíos, fue el quien tuvo la iniciativa de encontrarse con Jesús, porque quería cuestionarlo en algunos puntos doctrinarios, de manera tal que Nicodemo dio inicio al dialogo, hablando de lo que pensaba sobre Jesús. Sobre la opinión que él tenía sobre Jesús, sobre los milagros que él operaba, luego después de que Nicodemo dijo que Jesús era un maestro venido de parte de Dios, y que hacia milagros porque Dios era con él, Jesús procuro desviar el pensamiento de Nicodemo, de aquello que el hablaba, para aquello que el realmente precisaba oír, al proferir las palabras del texto de hoy, Jesús procuro desviar la mente y el pensamiento de Nicodemo, de las cosas que son terrenales, par las cosas celestiales, de aquello que es visible, para aquello que es invisible, o de aquello que es temporal, para aquello que es eterno, Jesús quería mostrarle a Nicodemo que el estaba buscando superficialidades, y que el debería ir mas allá si quisiera ser salvo, Jesús le mostro a su interlocutor que lo más importante de la vida cristiana, es el nuevo nacimiento, que se convierta en una nueva criatura, mediante el agua y el espíritu. Aquí tenemos una mención a la unción del Espíritu Santo, dl nuevo nacimiento y el bautismo. El nuevo nacimiento, no es una tarea humana, es obvio que el Espíritu Santo de Dios es quien hace ese trabajo, buscar ese nuevo nacimiento diariamente debe ser nuestra mayor preocupación e interés, debemos mantenernos enfocados en las cosas celestiales, debemos mantener enfoque en las cosas espirituales, debemos buscar un nuevo nacimiento mediante el bautismo diario del espíritu santo. Comúnmente estamos envueltos en muchos asuntos que desvían nuestra mente de aquello que es mas importante, por eso la palabra de Dios siempre nos ayuda, la palabra de Cristo nos llama a tener la dirección correcta, una nueva dirección para el cumplimiento de nuestros propósito. Que nuestros pensamientos puedan ser desviados de este mundo, de aquello que es temporal, para aquello que es eterno, que nos espera para cuando Jesús vuelva, que nuestros corazones estén listos para ese gran día.
OREMOS:
Padre Celestial, danos de tu Espíritu para que experimentemos un nuevo nacimiento verdadero, para que nuestros pensamientos sean desviados de las cosas temporales y se concentren en las cosas eternas. Queremos obedecerte en todo. Ayúdanos siempre. Así pedimos, en nombre de Jesucristo.
Amén