Génesis 21:15-16 ¨Y le faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un arbusto, y se fue y se sentó enfrente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró.¨
Que la paz de Dios sea con todos, bienvenidos una vez mas a este espacio de reflexión, donde Dios por medio de su palabra nos da instrucciones para tener una mejor vida, para que plantemos aquello que queremos cosechar, para que demos a nuestro prójimo el trato que nos gustaría recibir. Diseminemos este material, para bendecir a nuestro prójimo.
En ocasiones delante de las circunstancias, hay un instante donde nosotros queremos desistir, rendirnos, Agar fue una mujer que vivió ese momento, ella engendro a un hijo de su amo Abraham, y por causa de Sara fue abandonada en el desierto, junto a su hijo, cuando ella no tenía más recursos, cuando se acabó el agua que ella tenía, la palabra dice que ella dejo a Ismael, su hijo, debajo de un arbusto, se alejó de él, se sentó, y, comenzó a llorar, era un sufrimiento muy grande, tanto el de haber sido abandonada, como el de ver a su hijo morir, la reacción de Agar revela el desespero, que a veces nos domina, es lo opuesto a la esperanza, cuando dejamos de creer que habrá solución para nuestros problemas, es cuando no tenemos ningún recurso, y, estamos cerca de perder lo que más amamos. Ante la inminente muerte de su hijo, y sin ninguna perspectiva de ser salvada de aquel desierto, ella se sentó y empezó a llorar, quizá ya nos hayamos sentido así, o, podemos sentirnos así en este momento, porque durante nuestra trayectoria, llevamos tantos golpes, que vimos tantas puertas cerrarse, tantos sueños que debieron ser abandonados, promesas incumplidas, y nuestros sueños se acabaron, y ahora nos sentimos frustrados, postrados, incapaces de seguir con nuestras vidas, fue en el momento que Agar había perdido totalmente la esperanza, que el Señor abrió sus ojos, esa es la primera cosa que el Señor quiere hacer en nuestras vidas, devolvernos la visión, restaurar nuestra fe, para que veamos con los ojos espirituales. Solo después que los ojos de Agar fueron abiertos, fue que ella consiguió mirar una fuente que estaba frente a ella, en ocasiones la solución está cerca de nosotros, en cosas simples y obvias, pero que debido al sufrimiento, y, dolor no logramos verlas, esta fuente representa a Cristo Jesús, es el agua viva que calma nuestra sed espiritual, así Agar fue saciada, y, calmo la sed de su hijo, entonces, cuando nuestra fe sea restaurada, lograremos ver el milagro y la provisiona de Dios, y, todos los que nos rodean se contagiaran de esa fe.
OREMOS:
Padre Adorado, gracias por todas las cosas que haces por nosotros, fortalécenos hoy, y, siempre, para perseverar, con la fe en que nos acompañaras y favorecerás todo el tiempo, tu que eres TODOPODEROSO, por eso tenemos certeza de tu ayuda. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén