30 de Junio: El buen samaritano celestial

Lucas 10:36-37 ¨ ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.¨

 

Amados, que la Paz de Dios sea con todos. A pesar de las circunstancias que puedan estar enfrentando, démosle gracias a Dios por todo lo que ocurre en nuestras vidas. Mantengamos la serenidad y confiemos en Su voluntad para nosotros, ya que es muestra de sabiduría y fe. Sigamos siendo humildes y obedientes a Su palabra, pues es esencial para vivir una vida plena y bendecida. Como siervos fieles de Dios, continuemos siendo un ejemplo para los demás y llevando almas a la salvación compartiendo este material.

 

 

 

Estas palabras, encierran la llamada parábola del buen samaritano, cuando Jesus dice que un hombre fue asaltado, quedo tirado semi muerto a orillas del camino, un sacerdote y un levita pasaron e ignoraron la escena, e, ignoraron al hombre sufriendo, y, después paso un samaritano, que era una persona que no era bien vista por los judíos, pero así mismo el samaritano socorrió al judío, que estaba caído y sufriendo, y, es por eso que Jesús cuando termina de contar la parábola pregunta ¿Cuál de estos tres les parece haber sido el prójimo del hombre que cayó en las manos de los ladrones?, y, la respuesta, el que tuvo misericordia con él, entonces, Jesús dijo anda y haz lo mismo, nosotros podemos actuar como buenos samaritanos, y, ese es el mensaje, el prójimo es todo aquel que necesita de nuestra ayuda, no podemos hacer como hicieron el sacerdote y el levita, que a pesar de ser representantes de Dios ante el pueblo, no actuaron con bondad no representaron el verdadero amor de Dios en la relación con los semejantes, pero hay otra aplicación que también es valida aquí, es la idea de que Jesús es el buen Samaritano, por excelencia, Jesus es el buen samaritano celestial, porque al ser asaltados por el enemigo, nuestro Señor Jesús dejo el cielo, dejo sus glorias eternas, y, vino a socorrernos, a extender sus manos, a fin de que por medio de su sacrificio, nosotros seamos recuperados de nuestra condición de muerte espiritual, de condenación eterna. Jesús es el buen samaritano por excelencia, el va a socorrernos, y, a recuperarnos de cualquier cosa, abracémonos a él, y, cumplamos la voluntad de Dios.

 

 

 

OREMOS:

 

Adorado Padre, venimos a ti llenos de jubilo en este tiempo, para agradecerte por  las bendiciones que nos otorgas, por la salvación, por la restauración, y, el socorro que nos das. Contribuye con nosotros Son, peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.

 

Amén.

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