30 de Diciembre: Alegría constante en el Señor

Habacuc 3:17-18 ¨ Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.¨

Amados, que la Paz de Dios, sea con todos, mantengamos calma en toda circunstancia, Dios tiene la última palabra, él no nos dejará caídos. Vamos a obedecer siempre, Dios nos bendice, así el enemigo busque desviarnos, permanezcamos en el camino de la fe. Compartamos este material.

 

 

La oración es importante el todo tiempo, pero muy presente la debemos tener en medio de tiempos confusos y difíciles, la biblia relata esperanza en cada momento de nuestras vidas, es solamente por medio de la palabra de Dios, que podemos probar en esencia el plan de Dios para nosotros, y, vivir una verdadera esperanza, desde que el mundo es mundo, e ser humano pasa por dificultades, eso es fruto del pecado, debido a que los problemas nacen del pecado. Las palabras contenidas en el texto bajo estudio, nos recuerdan que la vida puede traer momentos difíciles, como cuando los arboles no dan frutos, las actividades fallan, y, todo parece estar andando mal, el profeta Habacuc, describe en el texto bíblico, ciertos momentos en que la vida nos trae alegría y sustento, hacen falta, no siempre son duraderos, mientras tanto lo que es notable es la actitud del profeta ante esas circunstancias desafiadoras, el dice que asi las cosas no vayan bien, el aun va a encontrar alegría en el señor, y, exultara en el Dios de su salvación, eso es increíblemente poderoso, y, nos recuerda que nuestra alegría y esperanza, no deben depender solo de las circunstancias externas, esos versículos nos enseñan sobre la importancia de la fe en Dios, así las cosas parezcan desmoronarse a nuestro alrededor, palabras que nos hacen valientes ante las situaciones difíciles, y, a encontrar alegría en nuestra relación con Dios, esto aquí es un recordatorio de que nuestra verdadera felicidad, no está ligada a posesiones materiales, sino a nuestra relación con Dios, por tanto así como Habacuc encontró fuerzas para alegrarse en Dios, también podemos aprender a enfrentar los desafíos de la vida con fe, esperanza alegría, Sabiendo que nuestra seguridad verdadera, está en el amor a Dios, así todo vaya mal, tenemos a Dios que es mayor que todo,  y, el esta con nosotros, gloria al nombre del Señor,.

 

 

Oremos:

 

Amado Padre, concédenos esa misma fe, que concediste al profeta Habacuc, fortalécenos para mantener la fe, ante las situaciones difíciles, porque todo va a pasar, y, tu permanecerás, haciendo lo mejor en favor de tus siervos fieles. Colabora con nosotros. Son las peticiones que hacemos hoy, en nombre de Jesús.

 

Amen.

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