2 Reyes 2:8 ¨ Tomando entonces Elías su manto, lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado, y pasaron ambos por lo seco.¨
Señor todopoderoso, agradecemos por permitirnos otra vez compartir tu palabra bendita, indicando aplicaciones a la realidad actual, sobre cada versículo que compone la sagrada biblia, extiende tu gracia y bendición sobre el texto en desarrollo para que cumpla con los fines evangelizadores previstos.
Amados, si aun no ha llegado la victoria a nuestras vidas, tengamos esperanza, porque es seguro que Dios cumplirá lo prometido, no nos dejara caidos y nos otorgará la victoria. Asi que sigamos alabandole con nuestros actos. En este versiculo se nos revela, uno de los tantos milagros que operó el profeta Elias actuando como instrumento y por mandato de Dios, Elias fue llamado por el padre, el iba junto a Eliseo quien lo sucederia en la labor profetica, cuando su manto toco el agua, estas se separaron y ambos pasarón por la tierra seca. Actualmente, este manto representa la obediencia que debemos tener a las disposiciones biblicas, las cuales nos permitiran presenciar los milagros que Dios hace, ciertamente todos anhelamos presenciar un milagro o ser utilizados por Dios para operar en su nombre, es linda esa oportunidad, pero para tenerla todos nosotros debemos hacer nuestra parte, utilizando el manto de la obediencia a los mandatos biblicos, asi nuestro padre podrá favorecernos de gran manera y sin obstaculos porque cuando Dios da su respuesta y envia la bendición, nada puede impedir que ella cumpla su objetivo, ni siquiera el destinatario, pues la paladra de Dios se cumplirá sobre todas las cosas. Entonces, hagamos nuestra parte, cubramonos con el manto del evangelio, haciendo realidad las disposiciones del padre celestial en nuestras vidas.
OREMOS:
Padre de bondad, nuestra forma de entregar nuestras vidas a ti es obedeciendo tus mandatos, cubriendonos con el manto del evangelio contra las tempestades de pecado a las cuales estamos expuestos en este mundo, pero nosotros manteniendo nuestra firmeza en la fe, teniendo una vida de oración, posicionandonos en contra del pecado, conseguiremos seguirte honrando y glorificando, ayudanos a conseguir este fin. Así pedimos, en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.