Hechos 16:29-31 ¨Él entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.¨
Amados, que la Paz de Dios sea con todos, y, que su misericordia, llene nuestros corazones. Tengamos fe en el Señor, porque los resultados que han llegado, y, los que están por venir, seguirán siendo de bendición, ya que nuestra obediencia está siendo premiada. Tengamos fe, porque ella nos lleva a la calma, a conseguir la paz, en medio de este mundo donde todo transcurre tan rápido, donde las tentaciones continuamente nos buscan desviar del camino. Procedamos para cumplir la voluntad de Dios, eso es requerido. Compartamos este material.
Pablo, y, Silas, estaban predicando el evangelio, en la ciudad de Filipos, en Macedonia, en el segundo viaje misionero de Pablo, y, ellos fueron encarcelados, porque estaban haciendo la obra de Dios, la obra de evangelización, y, predica de la palabra, pero así mismo, en la prisión, Pablo, y, Silas, durante las horas de la noche, ellos oraban, y, cantaban alabanzas a Dios. Mientras los otros presidiarios, además del carcelero, estaban escuchando, las canciones, y, las alabanzas, de ellos, y, de pronto vino un gran terremoto, una intervención divina directa, de modo a que las puertas de la prisión se abrieron, las cadenas, y, grilletes que sujetaban a los presos, cayeron por tierra, y, en esa hora, está escrito desde el verso 27, de este libro, que: ¨Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido.¨, así, el carcelero, imaginando la pena que recibiría, decidió suicidarse, pero Pablo le grito en aquella oscuridad: ¨Hey, no hagas eso, porque todos nosotros los presos, estamos aquí¨, y, fue en ese contexto, que el carcelero pidiendo una luz, entro corriendo, y, temblando, y, luego de sacar a todos, el le dijo a Pablo, y, Silas: ¨ Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? ¨, aquel hombre quedo fascinado por las oraciones, y, alabanzas de Pablo, y, Silas, que incluso en medio del sufrimiento hicieron. Así, que a la pregunta de este hombre, contestaron: ¨ Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.¨, y, continuando la escritura, se nos revela, que Pablo, y, Silas, continuaron la predica para el carcelero, y, todos los presentes en aquel lugar, luego todos los miembros de la familia del carcelero, cuidaron de los apóstoles, y, todas esas personas fueron bautizadas. Y, quedo escrito, en: Hechos 16:34 ¨ Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.¨, esto es hermoso, se presentó, la alegría de la salvación. Antes de que alguien sea impactado, por el conocimiento de la palabra de Dios, regularmente, es inspirado por el ejemplo de confianza, e, integridad de los hijos de Dios, este es un llamado, e, invitación, a que brindemos el buen ejemplo. Creamos, que nuestra vida, es la primera Biblia que muchos leerán, y, para muchos no será la primera Biblia, quizá será la única Biblia, que leerán, en toda la vida. La cual será nuestro ejemplo, nuestro testimonio, esta es una gran responsabilidad, antes de que alguien conozca verdaderamente a Dios, mediante su palabra, normalmente, precisan conocerlo, mirando la obra que está completando en nuestras vidas. Una gran responsabilidad, y, un precioso privilegio.
OREMOS:
Padre adorado, transforma nuestras vidas, para poder mantenernos firmes en la obediencia a tu voluntad, que así ocurra lo que ocurra, mantengamos la obediencia a tus mandatos, para brindar el correcto ejemplo a nuestro prójimo. Ayúdanos a permanecer en ti. Apóyanos siempre. Son las peticiones, que te hacemos hoy, en nombre de Jesucristo, nuestro Salvador.
Amén