Juan 14:16 ¨Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:¨
Que la Paz de Dios sea con todos, que su gracia nos alcance a todos, siempre es importante atender a la voz de Dios, eso siempre es bueno, pues precisamos continuar preparándonos para que cuando Jesús venga estemos listos para recibir toda clase de bendiciones, pues habremos obedecido a la voluntad de Dios.
Cuando Jesús presento al Espíritu Santo a los discípulos, él lo llamo de otro consolador, la palabra griega que Jesús uso para otro, es ALOS, que quiere decir, otro del mismo tipo, a diferencia de HETEROZ que significa, otro con cualidades distintas, la misma semejanza de naturaleza que une al padre y al hijo, es revelada en la relación entre Jesucristo y el Espíritu Santo, Jesús dijo que el Espíritu Santo anunciaría las cosas que vendrían, solo un ser divino puede anunciar el futuro, como lo dice el libro de Isaías. Entonces la divinidad del Espíritu Santo es atestada por ese motivo, y por su papel en la inspiración de las escrituras sagradas, una función que Jesús reconoció explícitamente, hasta el propio David, hablo por el Espíritu Santo, allá en Marcos 12:36. Jesús durante toda su vida estuvo bajo la dirección del Espíritu Santo, y luego de haber sido ungido en el Bautismo, el fue llevado para el desierto por el Espíritu Santo, fue victorioso sobre el tentador en el Espíritu Santo, y luego regreso a Galilea para continuar su ministerio terrestre. Los milagros que Jesús hizo los realizo por el Espíritu Santo, el hecho de que el hijo de Dios dependió del Espíritu, es una demonstración, del carácter divino del Espíritu Santo, porque es difícil imaginar al hijo de Dios dependiendo de algo menos que divino, la otra evidencia de la divinidad del Espíritu Santo, se encuentra en la asociación con el Padre y el Hijo, en textos que mencionan a las tres personas como siendo iguales. Así Jesús comisiono a los apóstoles a bautizar a los nuevos seguidores en nombre del Espíritu Santo. Todo esto denota la igualdad entre el hijo y el Espíritu Santo.
OREMOS:
Padre de amor, gracias por todo, especialmente por dejarnos en compañía del Espíritu Santo, que nos guía como guio a Jesús durante su ministerio terrenal, permite que el Espíritu Santo, nos guie toda la vida. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.