Eclesiastés 9:10 “Todo lo que tu mano halle para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque no hay actividad ni propósito ni conocimiento ni sabiduría en el Seol adonde vas. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, por la gloria y gracia de Dios es que podemos ahora estar aquí, reunidos junto a la biblia para nutrirnos de la hermosa instrucción que por amor ha dejado nuestro Padre Celestial, para perfeccionar nuestras conductas, dentro de esta línea podemos apreciar las varias bendiciones que ha dispuesto en nuestro favor, ciertamente para beneficiarnos a nosotros y beneficiar al prójimo. Nuestras manos saludables, son símbolo de que podemos hacer las cosas bien, empleemos esa herramienta para ejecutar obras de bendición. Ahora mismo, podemos empezar bendiciendo a nuestro prójimo de manera particular, iniciando la popular evangelización del clic, la cual consiste en compartir por las redes sociales, este material. Sin lugar a dudas, con ello contribuiremos a la extensión de la obra de Dios.
Salomón aquí en el texto bíblico, nos invita a estar atentos y a hacer todas las cosas que lleguen a nuestras manos conforme a nuestras fuerzas, a lo que se puede agregar que las realizaciones deben practicarse con buen ánimo, ya que el servicio es uno de los pilares de la vida cristiana. Continua argumentando Salomón, que es necesario hacer el bien conforme a nuestros talentos, porque vamos hacia la tumba y allí no habrá oportunidad de hacer más nada. En este texto Salomón está utilizando las manos como metáfora, aunque las manos son grandes instrumentos para el servicio, amor y bondad, ellas también revelan el amor de Dios para con nosotros y nuestros semejantes. Durante el embarazo, las manos de los bebes se forman a los cuatro meses aproximadamente, en este punto debemos detenernos a pensar ¿Qué importancia tienen las manos en nuestra vida cotidiana?. Con las manos nosotros trabajamos, servimos, demostramos afecto, jugamos, curamos, nos comunicamos, nuestras manos materializan en actos, nuestros pensamientos, nuestras reflexiones y decisiones. Las manos están compuestas de músculos, ligamentos, huesos, tendones, piel, con terminaciones nerviosas altamente sensibles, y es por eso que las manos realizan tareas altamente precisas, las manos pueden sustituir muchos órganos, las personas que están en las sillas de ruedas, utilizan las manos para poner en movimiento la silla de ruedas, los sordos se comunican con las manos utilizando las señas, inclusive hasta nosotros nos comunicamos de manera escrita utilizando las manos para mover el lápiz o bolígrafo, los dedos para presionar las teclas, los ciegos consiguen leer en braille usando las manos. Durante la vida, se estima que utilizamos las manos más de veinticinco millones de veces, cada mano es distinta a las otras, las huellas de las manos poseen digitales o dactilares diferentes, dando al individuo una identidad totalmente única y diferencial, pero las manos pueden utilizarse para hacer maldades, actos de corrupción en un clic, y hasta fraudes con una llamada o mensajes de texto, reflexionemos sobre la manera en la que hemos usado las manos y la manera de cómo hemos servido al prójimo con ellas, ¿Son manos tiernas o acusadoras?, ¿Manos para ejecutar la buena obra o manos para dañar?, diariamente nuestras manos escriben nuestra historia, lo que nuestras manos registran debe ir en conformidad con las disposiciones previstas por Dios, Dios, nos da oportunidades cada día para que podamos hacer buen uso de las bendiciones que nos otorga, y lo mejor de todo es que cuando actuamos de conformidad a sus mandatos, él se alegra y nos otorga mayores bendiciones, hagamos hoy y siempre de nuestras manos instrumentos de bendición.
OREMOS:
Padre amado, venimos a ti en esta oportunidad llenos de gozo, a reafirmar nuestro compromiso con el cumplimiento de tus mandatos, queremos mejorar nuestras conductas y perfeccionarlas conforme a tu voluntad, para mostrar una conducta similar a la de Jesucristo en lo referente más que todo a la obediencia a tu voluntad, ayúdanos a utilizar nuestras manos como instrumentos de bendición. Pedimos tu ayuda, en nombre de Jesucristo.
Amen.