Juan 3:16 ¨Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.¨
Feliz y bendecido día, que la paz de Dios sea con todos y su misericordia nos alcance, en este hermoso tiempo, estamos haciendo algo precioso al dedicar algunos minutos al estudio de la palabra de Dios, esto es bueno por muchas razones y una de ellas es que nos permite capacitarnos para la práctica de la voluntad de Dios en nuestras vidas, eso es hermoso y precisamos compartirlo con nuestro prójimo para diseminar la palabra de Dios, como siervos privilegiados.
El verbo amar, especialmente en la forma casual en la que él es usado hoy, es inadecuado para expresar la profundidad sobre el interés solicito, expresado por el verbo griego, agaspel, que quiere decir, amar. En el nuevo testamento, este verbo, revela el profundo y constante amor de Dios para con sus criaturas, que son indignas de ese amor, que es el atributo preminente de su carácter, el no solamente ama, el es amor, el amor de Dios, no es un impulso fundamentado en sentimientos ni preferencias, su amor no es selectivo, ni depende de lo que hagamos, Dios ama al mundo, esto es a todos los seres humanos, incluso aquellos que no lo aman, el verdadero amor es conocidos por las acciones que produce, en ocasiones como seres humanos podemos decir que amamos a alguien, mientras nuestras acciones demuestran lo contrario, lo mismo no ocurre con Dios, su amor se refleja en las acciones que Dios práctica, por amor el dio a su hijo para que fuéramos salvos, y al hacerlo, Dios nos dio todo lo que tenía, que es a él mismo, los regalos no se adquieren, simplemente se aceptan, no podemos comprar la salvación, solo podemos aceptarla, porque es un regalo de Dios, y aunque Jesús pocas veces haya usado el termino gracia, el enseño que la salvación es por la gracia, y gracia es recibir lo que no merecemos, por eso aceptemos la salvación que el cielo, nos ofrece, aceptemos a Cristo como nuestro Señor y Salvador, seamos cumplidos con el mandato de Dios, que la bendición, llegara por causa de las fe.
OREMOS:
Padre de Amor, gracias por instruirnos con tanto amor, por darnos a entender que tu amor no es selectivo, y que nos amas a todos, pero a su vez nos recomiendas aceptar tus mandatos porque tu quieres lo mejor para nosotros. Ayúdanos siempre. Son las peticiones que, en nombre de Jesucristo, tu hijo hacemos en nombre de quien todo lo concedes.
Amén.