Marcos 1:21-22 ¨ Y entraron en Capernaum; y los días de reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba. Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.¨
Amados, que la Paz de Dios sea con todos. Continuemos perseverando en su palabra, haciendo su voluntad, tengamos presente que aunque las adversidades lleguen de manera inevitable, nosotros podemos soportarlas y transformarlas en trampolines hacia el éxito, en oportunidades para triunfar. Sigamos adelante cumpliendo la voluntad de Dios, prediquemos y compartamos este material.
Jesús llego a la ciudad de Cafarnaúm que quedaba a las orillas del Mar de Galilea, y, luego el día sábado fue a enseñar en la sinagoga, que era la iglesia de los judíos, allí se reunían todos los sábados, y, Jesús de acuerdo a su costumbre fue a enseñar a la sinagoga, y, está escrito que se maravillaban con su doctrina porque enseñaba como alguien que tenía autoridad, no como los escribas, es triste pensar que los escribas eran los pastores de aquellos días, pero ellos no enseñaban, no predicaban con autoridad, y, la razón no era porque faltaba dominio del tema que ellos presentaban, o, porque eran de poca expresividad, ellos estaban bien preparados en todo sentido, solo que les faltaba congruencia, entre las acciones y las palabras que predicaban, los escribas, no tenían autoridad porque las personas veían que ellos no Vivian lo que predicaban, había una inconsistencia entre sus enseñanzas y sus prácticas, pero con Jesús era distinto, mientras más Cristo hablaba, más las personas lo admiraban, y, creían en sus palabras, porque ellos notaban que Jesús vivía lo que predicaba, esa era la razón mayor de su autoridad al predicar, su autoridad fue conquistada por su ejemplo, y por su coherencia, muchos de los que leen este material, son predicadores, quizá líderes de alguna comunidad religiosa, de cualquier manera si queremos predicar con autoridad, entonces, vivamos lo que predicamos, las personas que oían a Jesús, no solo lo oían, sino que veían el sermón, porque en las acciones de Jesús se notaba la práctica de sus palabras, porque de ese mismo modo, la vida de los predicadores habla por ellos, de allí la importancia de brindar un buen ejemplo sobre la obediencia a la voluntad de Dios. Hagamos siempre el bien, y, llevemos almas a los caminos de Jesús.
OREMOS
Padre amado, gracias por todo lo que nos otorgas, por las pruebas y las victorias, todo nos beneficia, y contribuye a que forjemos una mejor vida en tus caminos, dótanos de las cualidades necesarias para practicar las cosas que predicamos. Ayúdanos Señor, toma nuestras manos. Son las peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo.
Amen.