Marcos 8:27 ¨ Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo?¨
Solo podemos agradecerte Dios santo, pues nos bendices constantemente. Resaltando a su vez, los beneficios que nos trae mantener cada segundo esa comunicación fluida, que mediante la oración tenemos contigo. En este tiempo venimos a alabarte y agradarte esparciendo tu enseñanza bíblica de un modo práctico, que sea fácil de imprimir en los corazones de aquellos a quienes va dirigido este texto que hoy bendices con tu gracia. Ayúdanos a continuar compartiendo tu palabra y renueva nuestras fuerzas para seguir contribuyendo en tu gran obra.
Amados, nuestros Dios es único, el comprende la unidad de tres personas, a saber: Padre, Hijo y Espiritu Santo, conocida como la Santísima Trinidad. En el versículo de hoy, Jesus pide a sus discípulos que definan el significado que el tiene para sus vidas, nosotros también tenemos el deber de responder a esta pregunta definiendo a el significado que tiene Jesus para nuestras vidas, esta cuestión nos hara cambiar todo para mejor, porque Jesus es Dios, el es el dueño de nuestras vidas, quien determina lo que debemos y podemos hacer en cada situación para mejorar nuestros pasos dentro del camino de la salvación, recordemos que esclavos todos somos, pero requerimos definir si somos esclavos de un buen señor o de un mal señor, porque el diablo vino a esclavizar, destruir, dañar la vida de todo lo que tocase, el es un mal señor. Pero Jesús es el buen señor, por eso requerimos ser sus esclavos. Sin embargo el permite que seamos esclavos libres para entrar y salir de su control cuando queramos pero estando bajo su control estaremos mejor, pues el nos protege, nos cuida, nos alimenta, solo persigue otorgarnos bienestar, por eso elegimos permanecer sumisos en una esclavitud voluntaria, pues ser siervo de Dios, envuelve someterse a sus mandatos y cumplir obedientemente con ellos.
OREMOS:
Padre de bondad, gracias porque tu hijo Jesús es nuestro dueño, conforme a su actuar decidimos proceder y ser semejantes a el, Jesús murió por nosotros y es un placer servirle, pudiendo llegar por medio de el a ti, ayúdanos siempre. Así pedimos, en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.