Romanos 4:7-8 ¨ diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos.¨-¨ Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.¨
Padre nuestro, que tu gracia y tu paz nos alcance en todo momento, agradecidos estamos por este maravilloso día, la oportunidad especial de compartir tu palabra bendita siempre es valorada por nosotros, deseamos agradarte mediante alabanzas considerando este texto como símbolo para tu glorificación, instrumento con el cual se pretende contribuir a la evangelización de tu pueblo.
Amados, procuremos a cada instante de nuestra vida estar cerca de nuestro creador, buscando en el las soluciones para las angustias más profundas de nuestra alma, sepamos que es el quien puede presentarnos los caminos para las posibles soluciones, Dios siempre tiene la respuesta de bendición para toda situación. Los versículos de hoy citan a David el salmista, se refieren a que nuestra felicidad esta entrelazada al perdón de nuestros pecados, cuando Dios perdona nuestras culpas, fallas y transgresiones. En este momento deberíamos todos pedir perdón a Dios por nuestros errores, sabiendo que todos tenemos errores, estas fallas están en nuestro carácter, así cuando una persona se acerca a Cristo él le ayuda, lo acoge en su seno. Por eso lleguemos al señor y permitámosle tomar el control de nuestras vidas para que nos conduzca, limpie, cure, purifique nuestros corazones, dándonos una nueva perspectiva de días mejores, entonces acerquémonos a nuestro señor para que retorne la sonrisa a nuestros labios.
OREMOS:
Padre adorado, tú conoces todo sobre nosotros, perdona nuestros pecados y ofensas, calma aquellas pasiones que nos alteran, permítenos orar continuamente actuando según tus mandatos, para recibir todo aquello que nos prometes y esperamos, ayúdanos a confiar más en ti en cada segundo de nuestras vidas. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen