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26 de Octubre: Nos dará la victoria

Apocalipsis 12:7 ¨Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles;¨

 

Amados, que Dios alcance nuestros corazones en este momento y que la buena obra que inició en nuestras vidas pueda ser completada. Aprovechemos de compartir la palabra de Dios mediante todos los canales posibles, distribuyamos el amor de Dios para que más personas se aproximen al camino de la salvación.

 

 

El cielo es un lugar armónico, pacifico, calmo y mucho más, en la biblia el cielo es presentado como un lugar donde habita Dios, el cielo también es llamado como Santuario de Dios y todo lo que se relaciona a Dios es bueno, con todo encontramos en el texto de hoy algo asustador, una guerra en el cielo, así mismo, una guerra entre seres celestiales en el Santuario de Dios, y esa guerra surgió porque el dragon se levanto contra Dios. En el texto de hoy, el Dragon es el símbolo de Satanas quien antes de convertirse en el diablo, lucifer el angel creado por Dios para servir en su presencia, era un angel hermoso que reflejaba la gloria divina, con todo en un determinado tiempo de su existencia, permitio que los sentimientos negativos de orgullo, codicia y vanidad tomaran su corazón, pasando desde allí a difamar el carácter de Dios, e intentar usurpar su trono, en ese punto nace el pecado en el universo, lo mas interesante, es que aquellos amargos sentimientos surgieron en el corazón de alguien que habito en el Santuario de Dios, si nuestros corazones estuvieren llenos de pecado no requerimos andar ese camino que Satanás anduvo, porque la redención esta disponible para todos nosotros, seamos liberados hoy mediante la redención que hay en Cristo Jesus, y que podamos en esta batalla confiar que Dios, nos dará la victoria.

 

 

 

OREMOS:

 

Padre de Amor, colocamos nuestras vidas en tus manos, condúcenos a un mejor nivel de espiritualidad, q    queremos cumplir tu voluntad y ser mejores siervos. Son las peticiones que, en nombre de Jesucristo, tu hijo hacemos en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen.

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