Zacarías 2:8 ¨Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Tras la gloria me enviará él a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo.¨
Oh Dios Amado, nuestras alabanzas sean para tu gloria, buscamos agradarte una vez mas esparciendo tu palabra a lo largo del mundo, por medio de este Sitio Web. Coloca tu bendición en el texto para que continúe tocando corazones con objeto de ser útil a los fines evangelizadores necesarios.
Amados, todos queremos sentirnos amados por Dios y lo somos, aunque el consigue individualizar ese amor por cada uno, siendo que cada uno es único para Dios, y nos ama de una forma especifica. En este versículo, se manifiesta que Dios quiere que dejen quietos a sus hijos para que no sean atacados de forma alguna por el enemigo, porque el nos cuida como a la niña de sus ojos, que es frágil, delicada y merece un tratamiento especial, individualizado, único. Dios nos ama, con cuidado, nos protege y ampara. Lo primero que requerimos hacer para que esta voluntad sea cumplida es: Dejar de lado todos los pensamientos y sentimientos negativos, limitantes, destructivos, para mantener el algún grado el control sobre nuestras reacciones y acciones con el objetivo de no caer en ningún exceso. Así, nosotros tenemos que ser los primeros en cuidarnos nosotros mismos de la influencia del entorno, llenarnos de positivismo, mensajes bíblicos, mantener alta autoestima, a fin de mostrar una conducta dedicada a la distribución al prójimo del amor que Dios nos da.
OREMOS:
Dios del Cielo, tu que nos hiciste a tu imagen y semejanza, tu que eres perfecto, creador de todo lo que existe, ayúdanos a ser mejores personas en todos los aspectos de nuestras vidas, a dar muestra al prójimo de todo el amor con que cada día nos premias, queremos recibirte y fortalecernos en tu presencia continuamente. Permítenos entonces mantener firmeza en seguir disciplinadamente tus mandatos, y con tal conducta glorificarte como símbolo de alabanza. Así te lo pedimos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.