Romanos 12:19-20 ¨ No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.¨-¨ Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.¨
Padre nuestro, que tu gracia y tu paz nos alcance en todo momento, agradecidos estamos por este maravilloso día, la oportunidad especial de compartir tu palabra bendita siempre es valorada por nosotros, deseamos agradarte mediante alabanzas considerando este texto como símbolo para tu glorificación, instrumento con el cual se pretende contribuir a la evangelización de tu pueblo.
Amados, Dios es un ser maravilloso que ha marcado diferencia en términos positivos en nuestras vidas, cada día sus misericordias se renuevan sobre nosotros y nos permiten tener la firme convicción de que él se encuentra a nuestro lado, apoyándonos, colaborándonos y beneficiándonos siempre. Según los versículos de hoy, Dios también es presentado en la biblia como nuestro vengador, entonces dejemos esos sentimientos de furor, ira y rabia, con nuestro padre él va a encargarse de diluirlo y posteriormente dar a cada uno lo que le corresponde, para que así se active la justicia divina, nosotros no debemos sufrir mas de lo debido, no debemos sufrir por gusto porque ello va en contra del deseo de Dios. Cuando acumulamos ese sentimiento de dolor, estamos sobrecargando el sufrimiento, por ello abandonemos esos sentimientos y permitamos que Dios opere en nuestro favor, con lo cual lograremos estar mas tranquilos, disfrutando la paz que el padre nos provee. En tal sentido, logramos diluir el mal sentimiento de rencor que ocasiona dolor y sufrimiento, comportándonos con el adversario de una manera distinta, basada en dar respuesta a sus acciones malignas con acciones de benevolencia, muchas veces la biblia hace referencia a pagar el mal haciendo el bien para alcanzar bendición, el simple hecho de diluir los sentimientos dañinos es un acto que nos bendice.
OREMOS:
Padre adorado, tú conoces todo sobre nosotros, perdona nuestros pecados y ofensas, calma aquellas pasiones que nos alteran, permítenos orar continuamente actuando según tus mandatos, para recibir todo aquello que nos prometes y esperamos, ayúdanos a soportar ante las adversidades y esperar tu colaboración para diluir las condiciones que nos afectan. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen