Éxodo 33:14-15 ¨Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.¨-¨Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.¨
Padre nuestro, continúanos alcanzando con tu gracia, para permanecer llenos de ti y compartir la enseñanza bíblica con la que nos bendices cada día, formando semillas para la transformación de las vidas de tu pueblo. Bendice este material para que cumpla el objetivo evangelizador que has previsto en tu palabra.
Amados, la personalidad de Moisés estuvo basada en la obediencia a los mandatos de Dios, en un movimiento de fe, que nace de su intimidad con el padre. Y que hermoso fue despertar este vínculo maravilloso, pues ilumino a millones de personas a conseguir su salvación y una mejora en sus vidas, por causa de la guía oportuna del profeta, quien se constituyo en servidor de Dios. El versículo de hoy, se trata de una conversación entre Dios y Moisés, quien constituye símbolo de obediencia, el mismo se refiere a que a la hora de emprender una acción dirigida a acrecentar la obra divina, nos mantengamos calmados, en un estado de paz total, porque siendo fieles a nuestra fe, debemos reconocer la presencia de Dios en nuestra vida, pero ello se manifestara siempre que andemos por el camino adecuado, nos referimos a si estamos obrando de forma inspirada en la bondad y con orden. Pues de poco sirve pedir el favor de Dios, si estamos actuando de forma contraria a sus designios. Cuando Moisés dio su respuesta, pide al padre la certeza de que le brindara su apoyo, sin lo cual de nada servirá intentar acción alguna, sin embargo, la conducta ejemplar mostrada por su siervo, con actos y carácter, son elementos fundamentales que influyen en el hecho de que Dios decida apoyar la actividad desarrollada por Moisés. Entonces nosotros debemos considerar mostrar una conducta ejemplar, apegada a los mandatos divinos, porque Dios está observándonos, y cualquier desvió del camino, puede dañar toda nuestro recorrido hasta ahora, afectando nuestras peticiones al padre.
OREMOS:
Padre Amado, comenzamos agradeciendo todas las bendiciones que permites que se nos presenten en la vida, edifícanos con tu enseñanza y llena de bendición nuestras arcas. Muestra padre, tu presencia en nuestra vida mediante nuestras maneras de ser, manteniendo nuestra intimidad contigo, fortaleciendo cada vez más el vínculo. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen
INTERACTUEMOS:
Teniendo conocimiento de la enseñanza expresada en la Biblia sobre el punto en cuestión, cuéntenos lo siguiente:
¿Qué beneficio le trae aplicar esta palabra a su vida?
¿Cree que este conocimiento pudiera contribuir a mejorar sus andanzas por el camino de Dios?
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