Colosenses 4:2 “ Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;”
Nuestras acciones deben buscar el bienestar de nuestro prójimo y de nosotros, sin embargo, los resultados siempre dependen de Dios, la palabra al final la tiene él, por tanto, oremos en todo tiempo para saber que además de actuar como es debido, estamos optando por lo mejor al clamar con esperanza en nuestro creador.
Amados, que la misericordia del señor nos alcance y podamos cumplir correctamente con nuestros proyectos para glorificarle con nuestros actos. Debemos dedicarnos a la oración, la meditación en la palabra, mantener ese vínculo intimo con Dios, antes de realizar nuestras actividades diarias, al menos es importante orar, lo cual involucra a tiempo y lugar, no es para orar mientras manejamos o caminamos, eso es tratar de menos a la oración como si se tratase de algo secundario, como algo de hacer por hacer. La oración es una prioridad, se trata de sacar un tiempo y colocarnos en un lugar determinado, para cultuar a Dios, si se quiere ejecutar nuestro culto personal con Dios, este culto personal es necesario en nuestras vidas, cuando internalicemos esa realidad las cosas comenzarán a fluir en nuestras vidas, requerimos dedicarnos a la vida espiritual, ciertamente debe haber una equilibrio entre orar y actuar, pero cada una tiene su espacio en la vida del cristiano, debemos dedicarnos a la espiritualidad para ganar el cielo, cultuemos a Dios de manera personal. Este versículo nos indica que debemos estar alerta porque existe un enemigo tratando de destruirnos, nuestras armas son la oración y la biblia, debemos estar preparados para poder vencer a los ataques, necesitamos prepararnos para evitar ser sorprendidos, entremos en acción para estar alertas en oración.
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OREMOS:
Padre de paz, ayudanos a tener constancia en la oración, a trabajar continuamente nuestra vida espiritual, a tener una solida relacion contigo y a ser mejores siervos cada vez, para que podamos agradarte. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen